Según han informado hoy a EFE fuentes policiales, el suceso se produjo cerca de la medianoche cuando el agente había acudido al núcleo poblacional en apoyo de otros compañeros que estaban en la zona tras ser alertados por los vecinos de la presencia de un conductor que se comportaba de forma temeraria por las calles de la zona.

El agente sufrió el impacto de una piedra en el rostro y aunque en principio se temió que podía perder la visión de un ojo, finalmente, tras ser atendido en el hospital civil, se descartó esta posibilidad.

El agente herido había llegado a la barriada en apoyo de un primer vehículo policial que se vio atacado por un lanzamiento de piedras de varios jóvenes que se ocultaban en un monte cercano.

Los agentes solicitaron el apoyo de la Policía Nacional, que se personó en la barriada y uno de los agentes de este Cuerpo también resultó alcanzado por una piedra en la pierna, aunque sin gravedad.

Los agentes de la Policía Nacional tuvieron que hacer uso de material antidisturbios para controlar la situación, aunque no pudieron detener a los autores del apedreamiento.