El drama de la violencia familiar vivió ayer uno de sus capítulos más trágicos en la localidad murciana de Yecla, donde un hombre mató a su esposa y a sus dos hijos, de 6 y 9 años, y luego se suicidó. El parricida utilizó un cuchillo de grandes dimensiones para acabar con la vida de su mujer y sus dos hijos y después llamó a la policía para alertar de los crímenes.

Cuando los agentes llegaron a la vivienda, J.P.V. se voló la cabeza con una escopeta. Tras este tremendo suceso ya son treinta las mujeres que han perdido la vida a manos de su pareja o ex pareja y seis los menores víctimas de la violencia familiar.

A las 9.30 horas de la mañana, el hombre, de 43 años de edad, que al parecer estaba atravesando una difícil situación económica, llamó a la policía para informar de que había matado a su mujer y a sus dos hijos y que iba a suicidarse. Los vecinos de las viviendas que circundan la casa unifamiliar relataron que escucharon tres disparos "como tres cohetes" pasadas las 9.00 horas.

Los agentes se desplazaron hasta la vivienda, situada en la calle Rambla, en las inmediaciones del polígono industrial de Las Teresas y, en su presencia, el parricida cumplió su amenaza y se quitó la vida disparándose en la cabeza con una escopeta.

Los agentes avisaron a la Unidad Médica de Emergencias, cuyo personal sanitario no pudo más que certificar la muerte de las cuatro personas. Tras el examen inicial de los cuerpos y de la escena del crimen, los agentes constataron que para matar a su esposa y sus dos hijos no utilizó la escopeta, sino un cuchillo de grandes dimensiones. El juez ordenó sobre las 13.30 horas de ayer el levantamiento de los cadáveres.

El terrible suceso conmocionó a los familiares de las víctimas que, según confirmó el portavoz del Gobierno murciano, Juan Antonio de Heras, recibieron asistencia de los psicólogos del Grupo de Intervención en Desastres de Murcia.

Sin denuncias. La directora del Instituto de la Mujer de la Región de Murcia, Teresa Moreno, aseguró en un comunicado que los servicios de atención a las mujeres víctimas de violencia de género no tenían constancia de que la mujer asesinada en Yecla hubiera solicitado o recibido ningún servicio. En esta misma línea, el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, afirmó que "no había ninguna denuncia previa". Según uno de los vecinos de la zona, se trataba de una familia "noble", y eran personas "muy formales que daban una impresión fabulosa".

El Ayuntamiento de la localidad convocó ayer mismo, y para el próximo lunes, dos minutos de silencio en la Plaza Mayor de Yecla a las doce del mediodía. Asimismo, fueron declarados tres días de luto oficial en el municipio ante el "gravísimo y luctuoso".