"Hay cierto alivio, pero en absoluto aires de celebración. Nunca deberían haber sido 'arguidos' (sospechosos). El hecho de que hayan salido de esto sin ser acusados lo prueba", dijo Mitchell en declaraciones de las que se hace eco la agencia británica de noticias PA.

La Fiscalía portuguesa decidió hoy archivar el caso Madeleine por falta de pruebas y levantó la condición de 'arguidos' que pesaba sobre los McCann, así como sobre el otro sospechoso, el británico Robert Murat.

Mitchell explicó que los McCann, ambos médicos de profesión, han sido informados del comunicado de la Fiscalía lusa, pero precisó que sólo harán una declaración pública cuando hayan conocido todo su contenido.

Destacó que el hecho de que la Policía lusa los considerara en septiembre pasado sospechosos de la desaparición de su hija ha sido "una distracción" y "ha dañado su buena reputación", por lo que los McCann "tendrán que valorar" que hacen ahora.

"Son una pareja a las que se ha hecho una injusticia. Durante los últimos nueve-diez meses han sufrido esta agonía, así como el dolor de perder a su hija", dijo.

"La única cosa que les preocupa es encontrar a Madeleine", añadió Mitchell, que confió en que la policía lusa continúe cooperando con la investigación privada.

Está previsto que los McCann den una rueda de prensa hoy mismo en Rothley (centro de Inglaterra), cerca de la casa familiar.

Tras 14 meses de labor policial en torno a un caso que dio la vuelta al mundo, la Fiscalía lusa lo cerró con una "solución" que había prometido la semana pasada y que incluye el fin del secreto del sumario, sólo después de que se cumplan diversos plazos y garantías legales.

La niña desapareció el 3 de mayo de 2007, cuando estaba a punto de cumplir 4 años, mientras dormía en un complejo turístico del sur del país y sus padres cenaban en los alrededores con un grupo de amigos también británicos.