Los vecinos alertaron inmediatamente a la policía y a los servicios sanitarios, que encontraron el cuerpo de la pequeña aún con vida, aunque finalmente y pese a los esfuerzos no pudieron salvarla.

Según informó la comandancia policial de Varsovia, en el momento de la tragedia estaban en la vivienda los padres de la niña y su abuela, todos completamente borrachos, tal y como pudieron constatar los agentes cuando procedieron a su detención.

Los familiares pasaron a disposición judicial para esclarecer los hechos que rodearon la muerte de la criatura, cuya edad aún se desconoce aunque fuentes policiales aseguraron a la prensa que se trata de una pequeña de apenas dos semanas.

Mientras, los habitantes del barrio de Praga, uno de las zonas más marginales de la capital polaca, lamentaron hoy los sucedido y destacaron que se trataba de una familia problemática, conocida por su adicción al alcohol.

"Bebían mucho y todo el tiempo, sólo hacían eso", explicó a los periodistas uno de los vecinos, quien recordó que los detenidos tienen otro hijo.