Un niño de dos años murió ayer en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla al sufrir un golpe de calor después de permanecer varias horas en el coche de su padre, que estaba realizando gestiones. El pequeño, que fue trasladado inicialmente al Centro de Salud de Camas por su progenitor, ya que sufría convulsiones y una temperatura corporal de 43 grados, ingresó en estado crítico en el Hospital Infantil ´Virgen del Rocío´, donde fue sometido a ventilación mecánica.

El suceso ocurrió el pasado viernes 18 de julio, cuando el padre del pequeño, que es profesor en un instituto de Camas, se despistó y se olvidó dejarlo por la mañana en la guardería. El niño se había quedado dormido en su sillita del coche y el padre, que había empezado a llevarlo a la guardería a principios de mes, sufrió un despiste en su trayecto habitual

Una vez en el instituto, se olvidó del pequeño y asistió a una reunión para firmar las actas de fin de curso. Cuando regresó al aparcamiento a las 12.30 descubrió la tragedia y se encontró a su hijo inconsciente. El pequeño sufrió una grave deshidratación pues estos días se registran en Sevilla temperaturas próximas a los 40 grados, que se elevan considerablemente dentro de un vehículo cerrado dejado a la intemperie. El fallecimiento se produjo por muerte cerebral y los padres del niño donaron sus órganos.

El centro hospitalario cursó la denuncia obligada en todos los casos de muerte no natural y el juzgado de Instrucción 5 de Sevilla ya ha abierto diligencias, que se encuentran a la espera del informe de autopsia.

Se trata del segundo caso de este tipo ocurrido en España en los últimos años, después de que el 19 de octubre de 2007 una niña de 21 meses falleciera en el interior de un coche cerrado en Jávea (Alicante) por un descuido del padre que se olvidó también de llevarla a la guardería. En los últimos veinte años se han registrado varias situaciones similares -al menos siete- en España, cuyo resultado más grave han sido síntomas de deshidratación de los menores.

Otros casos en Francia. Esta misma semana se produjo otro caso similar en Francia. Una niña de tres años murió el pasado martes en París tras haber pasado el día en el interior del coche, aparcado al sol, debido a un olvido de su padre, quien fue hospitalizado en estado de shock.

El progenitor, de 38 años, trabaja en la fábrica del gigante nuclear Areva en Chalon-sur-Saône. Al parecer, sólo se dio cuenta de que su hija había pasado el día en el interior del vehículo cuando lo tomó por la tarde para ir a la guardería a buscar a su segundo hijo. Cuando llegó con la niña al cuartel de bomberos de Saint-Marcel, poco antes de las seis de la tarde, estaba ya sin vida.