Sarkozy se desplazó al aeropuerto parisino Roissy-Charles de Gaulle, donde se ha creado una célula especial de crisis para acoger a los familiares de los pasajeros del vuelo AF447 de la compañía francesa, a bordo del cual viajaban 228 personas y que desapareció esta mañana.

"No hay ningún elemento concreto sobre lo que ocurrió", agregó Sarkozy, quien dijo que esta es "una catástrofe como nunca ha conocido la compañía Air France".

La empresa aún no ha ofrecido una relación de las nacionalidades de las personas que viajaban en el Airbus A330-200, aunque se cree que la mayoría eran brasileños, franceses y alemanes.

Sarkozy precisó que Francia ha enviado a la zona "barcos y aviones" e indicó: "nuestros amigos españoles nos ayudan, los brasileños nos ayudan mucho también".

"Hemos pedido ayuda, incluido a los estadounidenses, por medio de satélites, en primer lugar para localizar el lugar donde se produjo la catástrofe", agregó el presidente francés.

"Hay que hacer todo lo posible para recuperar el máximo de los elementos del avión, un Airbus A330, para entender qué pasó", dijo Sarkozy, quien admitió que será "extremadamente difícil" la búsqueda porque "la zona es inmensa, cientos de kilómetros y, claro, este drama se produjo en plena noche encima del Atlántico".

Según el presidente, que estaba acompañado de varios ministros, "creemos que el avión estaba a unos 400 kilómetros de Brasil".

Añadió que las autoridades y los responsables de Air France trabajan para aclarar lo sucedido.