La Audiencia de Barcelona ha absuelto al mosso d´Esquadra que mató de un disparo a un joven esquizofrénico cuando se abalanzó sobre él armado con un pico de obra y haciendo además de clavárselo. El juez ha entendido que actuó en defensa propia, de forma reglamentaria y usando el único recurso que tenía.

La sentencia también aplica la eximente completa por actuar en cumplimiento del deber, y es que los sanitarios que se encontraban con los agentes para internar al fallecido estaban tras el policía y éste "hizo de pantalla" salvándoles la vida, ya que se veían "muertos", tal y como declararon durante el juicio.

El incidente se produjo la madrugada del 2 de mayo de 2007, después de que la familia del fallecido –un enfermo mental de 33 años con numerosos antecedentes, incluido un delito de asesinato en grado de tentativa, que sufría esquizofrenia paranoide desde que volvió de la guerra de Yugoslavia– requiriera la ayuda de los Mossos para ingresarlo en un psiquiátrico, porque estaba muy agresivo, tenía amenazados a todos y temían que pudiera matar a alguien.

Los agentes fueron al domicilio de la familia, una vivienda unifamiliar en Sant Genís, para apoyar al Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que debía realizar el traslado. La víctima estaba cargando en su coche todo tipo de objetos, cuando uno de los agentes observó que en el garaje había herramientas de obra –picos, palas, tridentes y azadas–. Cuando el médico constató que el joven sufría un trastorno de personalidad no controlable.