La Policía Judicial confirmó ayer que los cadáveres de las cooperantes madrileña y valenciana fallecidas la pasada semana en un accidente de tráfico en Perú estaban intercambiados, y los restos mortales de las dos jóvenes fueron trasladados ayer tarde hacia sus destinos en sendos coches fúnebres. Las dudas existentes sobre las identificaciones de los cuerpos nacieron cuando la hermana de la madrileña Lidia Monjas Sierra no pudo reconocer el cuerpo.

Además, cinco familiares de la valenciana María José Such también tuvieron «dudas razonables» sobre la identificación cuando el cuerpo llegó desde el aeropuerto de Madrid hasta Xàtiva (Valencia), llegando incluso a interponer una denuncia ante el juzgado de Guardia de la localidad. Así, solicitaron una investigación para poder reconocer de forma efectiva e inequívoca y con la mayor celeridad los restos de la valenciana, a la par que recibían la llamada de la familia de Monjas, comunicándoles que «creían que los restos que allí se encontraban no se correspondían con los de su familiar».

La Policía Científica se desplazó ayer por la mañana hasta las instalaciones del tanatorio de Alcorcón, donde tomaron los datos y las huellas dactilares al cuerpo, confirmando horas más tarde que, efectivamente, los restos habían sido intercambiados.

A primera hora de la tarde de ayer se inició el traslado de los cuerpos en sendos coches fúnebres hacia sus respectivos destinos. Así, la joven Lidia Monjas será enterrada hoy a las 9 horas en el Cementerio Municipal de Alcorcón, mientras que el cuerpo sin vida de María José Such ya está en Valencia y su entierro será a las diez de la mañana de hoy. Anoche la recibiern en Navarrés decenas de personas en el domicilio de sus padres, donde se efectuó el velatorio. Tras su llegada a la funeraria de Xàtiva, donde se procedió a su identificación, cinco familiares de María José descartaron que fuera ella quien yacía en el ferétro, en contra de lo que afirmana la documentación que lo acompañaba.

El alcalde de la localidad, Vicente Huesca, precisó ayer que «el error se produjo en Perú», donde los operarios correspondientes se equivocaron en el etiquetado de los cuerpos de las cooperantes.

En la misma línea se explicó el Ministerio de Exteriores. Fuentes del organismo aseveraron que el «lamentable» fallo se dio «en la primera fase de manipulación en la morgue de Cuzco, cuando se procedió al embalsamiento de los cadáveres», lo que propició que el cuerpo de la valenciana llegara a Madrid. Una conclusión provisional apunta también a la posibilidad de un «cambio de expediente con los datos de las finadas».

«Estamos hechos polvo, porque lo que ha pasado es de pena, después de estar dos días esperando». Son palabras de Javier Fuertes, portavoz de la familia, que respecto al estado de los padres de María José asegura que «sólo tienen ganas de que todo pase pronto». Otras fuentes de la familia son más drásticas: «Esto es una vergüenza, los familiares estamos destrozados», aseguran. Respecto a la posibilidad de buscar responsabilidades por el error cometido en la identificación en orígen del cuerpo, las mismas fuentes prefirieren aplazar la decisión. «Cuando pase el funeral y todo esto ya veremos», manifestaron.