Dos jóvenes de nacionalidad española se encuentran entre los fallecidos en la avalancha humana que el sábado se cobró la vida de 19 personas en el festival «Love Parade» de Duisburgo. Se trata de «dos chicas jóvenes, estudiantes» y cuyos restos mortales se encuentran ahora en manos de las autoridades alemanas.

Las familias de las fallecidas ya han sido avisadas y viajarán a Alemania. El festival, uno de los eventos de música electrónica más grandes de Europa, atrajo alrededor de 1,4 millones de personas, según sus organizadores.

El sábado, al menos 19 personas murieron y unas 400 resultaron heridas por la estampida que se desató en el túnel por el cual se accedía al recinto del festival, según los medios alemanes.

La tragedia ocurrió sobre las 17.00 horas, después de que la Policía impidiera la entrada de más gente al recinto porque se encontraba abarrotado. Al parecer, varias personas intentaron colarse por una escalera de emergencia en desuso que cayó al suelo y provocó una reacción de pánico que desató la avalancha.

La Policía alemana defiende su manejo de la seguridad en el masivo festival de música electrónica. El portavoz Detlef von Schmeling dijo que la policía había estado controlando la afluencia de visitantes al túnel que llevaba al «Love Parade», e insistió en que había sitio para moverse cuando ocurrió el accidente.

«La policía había abierto puntos de convergencia durante todo el día para reducir la presión en el túnel (...) En el momento del accidente, había aún posibilidades de moverse incluso en la rampa», sostuvo. «No puedo confirmar que hubiera una presión tan grande en el túnel o en el sitio como para desencadenar este accidente», señaló.

El oficial afirmó que no consideraba que la estampida hubiera sido causada por un pánico general, aunque señaló que la última palabra la tendría la fiscalía cuando terminara la investigación.

Un holandés, un australiano, un italiano y un ciudadano chino estaban entre las víctimas fatales.

Inicialmente, la Policía dijo que la saturación del túnel de entrada a la antigua estación de trenes donde se celebraba el evento ayudó a provocar la estampida y el posterior aplastamiento de muchos participantes.

El fundador del festival, Rainier Schaller, anunció ayer la cancelación definitiva del evento tras la tragedia.

El «Love Parade» ha sido siempre «un evento pacífico y una fiesta de alegría. Pero a partir de ahora siempre se verá oscurecido por estas horribles escenas», indicó en comentarios recogidos por los medios alemanes. «El festival ha terminado», sentenció.

Por su parte, el Papa Benedicto XVI ha manifestado su «profundo dolor» ante la tragedia acontecida en Duisburgo. El Pontífice quiso mostrar así sus condolencias por este suceso recordando a «los difuntos, los heridos y sus familiares» durante el rezo dominical del ángelus que ofició ayer.