La Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra han detenido a 28 personas como presuntas integrantes de una organización que se dedicaba a estafar a entidades bancarias cobrando cheques y pagarés falsos, y que estaba liderada por un italiano vinculado por la justicia con la Camorra napolitana.

La operación conjunta, han informado ambas policías, ha permitido desmantelar tres laboratorios para la elaboración de documentos falsos y evitar que la banda hiciera efectivo el cobro de pagarés por importe de 27 millones de euros.

Los 28 miembros de la red, de nacionalidad española, brasileña e italiana, estaban a punto de huir a Brasil y, según la policía, habían logrado estafar más de 1 millón de euros a entidades bancarias de varias ciudades españolas.

El presunto cerebro de la trama, el italiano Rafael B., residía en una urbanización de lujo en Platja d'Aro (Girona), es un experto informático, especializado en estafas y falsificaciones, tenía varias condenas pendientes en Italia y la justicia de aquel país lo relaciona con la Camorra napolitana, por lo que ha sido puesto a disposición de la Audiencia Nacional para su extradición.

En un chalé igualmente lujoso, contiguo y conectado al del presunto líder de la banda, vivía su principal colaborador, el español José Manuel G.F.

La policía considera que desde esta urbanización, los dos responsables de la red, que contaba con una estructura piramidal, coordinaban las fechorías de la banda.

Según la policía, la organización estaba especializada en falsificar documentos de identidad y tarjetas de residencia, que utilizaban para cobrar cheques bancarios o pagarés falsos.

La investigación conjunta entre la policía española y la catalana se inició en octubre, cuando detectaron la existencia de un grupo dedicado a la falsificación de documentos de identidad y mercantiles para cometer estafas bancarias.

Las primeras pesquisas llevaron a los agentes hasta Ourense, donde arrestaron a tres personas cuando ingresaban cheques falsos en sucursales bancarias provistos de DNI falsificados.

Tras estas detenciones, otras entidades bancarias denunciaron el uso de talones falsos para ingresar grandes cantidades de dinero, lo que condujo hasta Barcelona y Girona, donde la banda tenía su sede, aunque cometía sus estafas en toda la geografía española.

La policía ha destacado que pese a las medidas de autoprotección de los investigados, las pesquisas condujeron hasta el presunto responsable, el italiano Rafael B., que se apoyaba en el español José Manuel G.F., encargado de coordinar las actuaciones de los demás miembros de la banda y de conseguir números de cuenta reales y talones de diversas empresas.

Según la policía, los documentos falsos para abrir las cuentas bancarias, principalmente DNI y tarjetas de residencia, eran elaborados por expertos brasileños residentes en Barcelona.

Entre los detenidos figura un trabajador del departamento de contabilidad de un centro médico de Barcelona que facilitaba a los líderes los pagarés de diversos proveedores.

En el último escalafón de la organización se encontraban las personas, denominadas "mulas" en el argot policial, que acudían físicamente a las entidades bancarias para abrir cuentas utilizando documentación falsificada o incluso con su propia identidad para posteriormente ingresar cheques y recibir transferencias a cambio de cierta cantidad de dinero.

La Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra, que han informado de la operación en dos comunicados diferentes, han explicado que se han efectuado cuatro registros de domicilios en los que se localizaron los tres laboratorios donde se falsificaban todos los documentos.

Según la policía, la rápida intervención policial ha evitado que se hiciera efectivo el cobro de un total de 900 pagarés que la organización tenía preparados, con un importe medio de 30.000 euros cada uno, lo que podría haber supuesto una estafa de 27 millones.

Los Mossos d'Esquadra han informado de que las detenciones se han efectuado en las localidades de Barcelona, Santa Coloma de Gramenet y Rubí, en la provincia de Barcelona, y de Cassà de la Selva, Celrà, Girona, Sant Martí de Llémena, Platjà d'Aro, Vilobí d'Onyar, Salt, Amer, Llagostera y Tossa de Mar, en Girona.