El juez ha ordenado el ingreso en prisión de Juan Carlos Aguilar como presunto autor de la muerte de dos mujeres en Bilbao, una de ellas la nigeriana Maureen Ada Otuya, fallecida este miércoles como consecuencia de una brutal paliza propinada, han informado fuentes judiciales. La Ertzaintza está "abierta" a la posibilidad de que haya más víctimas del falso 'maestro Shaolín' Juan Carlos Aguilar.

No obstante, estas misma fuentes han precisado que en estos momentos no hay indicios directos de la existencia de más víctimas, pero el gimnasio que regentaba Aguilar es de gran tamaño y "complicado de examinar", con "muchísimos elementos", por lo que llevará tiempo hacer una examen exhaustivo de todos los recovecos del inmueble.

Aguilar, de 47 años y que regentaba un gimnasio en el centro de la capital vizcaína, fue detenido por la Ertzaintza en la tarde del pasado domingo y pasó este miércoles a disposición judicial.

Maureen Ada Otuya falleció en la Unidad de Reanimación del Hospital de Basurto, en la que ha permanecido desde que ingresó en el centro sanitario, el pasado domingo.

El servicio de Anestesia y Reanimación del Hospital ha firmado un escueto parte médico hecho público aproximadamente media hora después del fallecimiento de la joven nigeriana, y en el que se limita a recordar la hora de la muerte. Ada, de 29 años, ingresó en coma el pasado domingo tras la agresión, y su estado empeoró este martes.

Agentes de la Ertzaintza hallaron el cuerpo de la mujer nigeriana maniatada y amordazada en un gimnasio bilbaíno, Zen 4, ubicado en la calle Máximo Aguirre de la capital vizcaína.

El supuesto autor de su muerte, Juan Carlos Aguilar, conocido como 'maestro shaolín', llevó a Ada al gimnasio en contra de su voluntad y allí la agredió brutalmente.

Este miércoles se ha conocido que la primera víctima de Aguilar, cuyos restos guardaba en su gimnasio y su domicilio, es Jenny Sofía Rebollo, una mujer de nacionalidad colombiana que ejercía la prostitución, al igual que Mauren Ada Otuya.

Los agentes encontraron los restos de Rebollo dentro de bolsas de plástico en el gimnasio y la vivienda del experto en artes marciales. La Ertzaintza halló, entre otros fragmentos del cuerpo, dedos y parte de la columna vertebral.

La huellas dactilares de la mujer colombiana han facilitado su identificación, ya que la Policía autonómica vasca las tenía en su archivos, ya que la identificó hace años por resistencia a la autoridad.