La Guardia Civil ha detenido en la Comunitat Valenciana a cuatro personas e imputado a otras dos por obligar a menores a mantener relaciones sexuales con adultos a cambio de dinero, drogas y dádivas de diversa índole.

Según han informado fuentes del Ministerio del Interior, a los detenidos se les imputan los delitos de prostitución y corrupción de menores.

La operación, denominada "Garfio", ha permitido averiguar que alrededor de una veintena de chicas jóvenes, de entre 14 y 17 años, eran obligadas a mantener relaciones sexuales, en algunos casos desde hacía varios años.

Para realizar los encuentros con las menores, la red disponía de una vivienda equipada con jacuzzi, cama redonda, pantalla plana gigante para el visionado de vídeos de contenido sexual y todo tipo de accesorios.

Algunas de las jóvenes pasaban todo el día con los ahora detenidos como "señorita de compañía", según han indicado las mismas fuentes.

Los implicados en la trama, que empleaban nombres en clave para dificultar su localización, recogían con sus vehículos a las menores a la salida del colegio para llevarlas al cine, de compras o a la vivienda donde realizaban los encuentros.

Normalmente, las víctimas accedían por necesidad de dinero sin que tuvieran intención de realizar los encuentros sexuales, han señalado las mismas fuentes.

La red premiaba con más regalos a las menores que conseguían captar a otras menores para que accedieran a tener encuentros con los detenidos, a las cuales también les pagaban o les ofrecían regalos.

Según fuentes policiales, esta estratagema llevaba a crear una cierta competencia entre las jóvenes para obtener más dádivas y acceder a las pretensiones de los detenidos.

En los registros practicados en domicilios y lugares utilizados por la red de corrupción donde se llevaban a cabo los contactos sexuales se ha intervenido diverso material informático que contenía pornografía infantil.