Vivo de milagro. Un hombre que practicaba este lunes kitesurf en la loclidad alicantina de Denia voló literalmente desde el mar hasta 275 metros tierra adentro por una de las fuertes rachas de viento que se registraron en la zona, de más de 70 km/h. Y lo hizo salvando un edificio de cinco plantas, detrás del cual cayó sobre el tejado de un chalé. Quedó inconsciente en un primer momento, con un tobillo roto, algunos cortes y una conmoción cerebral. Algunas heridas, pero vivo.

Fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos explicaron que los intensos episodios de viento -estaba declarada la alerta amarilla por este fenómeno- llevaron a este vecino de Valencia desde la playa de Les Marines en Denia donde realizaba esta práctica deportiva hasta una gran distancia en el interior de la cosa, pasando por encima de un edifico de notables dimensiones contra el que se hubiera podido estrellar, y "aterrizando" detrás, en el tejado de un chalé de esta zona turística.

Allí, el kitesurfista, de 46 años de edad, fue rescatado por los bomberos del parque comarcal de Dénia. Aunque inicialmente quedó inconsciente, se recuperó rápidamente. Sufría un traumatismo craneal, cortes profundos y una fractura de tobillo por este vuelo con aterrizaje forzoso, por lo que fue trasladado al hospital de Dénia por una ambulancia tras ser allí mismo asistido por los sanitarios.

Había acudido a practicar kitesurf en Les Marines, una zona donde el fuerte viento y el mar picado (esas eran las condiciones meteorológicas a esas horas) atraen a estos deportistas, que así pueden surfear a toda velocidad. Pero el viento era muy racheado. El deportista perdió el control en una de las ráfagas. La cometa se hinchó de aire y esa fue la razón de que el kitesurfista realizara su espectacular vuelo de 275 metros tierra adentro. A la zona acudieron dos dotaciones de bomberos con una autoescalera, que bajaron al hombre en camilla. También intervinieron Policía Local y Nacional.

El temporal dejó rachas de 126 km/h en Agres, 84 en el aeropuerto de Alicante-Elche, 80 en Alcoy, 76 en Orihuela, 72 en Xàbia y 67 en Alicante. Y el milagroso vuelo de un kitesurfista que ayer volvió a nacer.

"Pensé en mi hija de 7 años"

El pie izquierdo destrozado, 70 grapas en la cabeza y un ojo morado son las consecuencias del percance sufrido por el deportista, que se recupera de sus heridas en el Hospital Clínico de Valencia consciente de que su forma de actuar le ha salvado la vida. Y es que F. M. D. tuvo la sangre fría de maniobrar con la vela en pleno "vuelo" para intentar salir del aterrizaje en las mejores condiciones posibles, por él y por su hija. "Me vi ahí y pensé en mi hija de 7 años y en que tenía que salir de ésta. Tenía que buscar el mal menor. Quizá otro se hubiera bloqueado. A mí me salió bien". Recién operado del pie -tiene roto solo un hueso pero los cortes son múltiples y profundos- explica con detalle desde la cama del Clínico cómo vivió el accidente a causa de una inesperada racha de viento "según me han dicho de más de 100 kilómetros por hora".