La familia de Pedro Cebrián lleva un mes separada de su perro 'Pumba' después de que le dejasen en una guardería canina de Quintueles, en Asturias, para irse de vacaciones, y que allí desapareciera. Los responsables del centro, que en un mes les han dado diferentes explicaciones a lo sucedido, le ha ofrecido a la familia un caballo en sustitución del perro. "Es surrealista", apunta Pedro Cebrián.

El 14 de enero, como otras veces había hecho la familia, confiaron en los servicios de este centro para dejar allí a "Pumba", un bulldog inglés macho de dos años, y una hembra, "Nala". Pocos días antes de regresar a casa, el martes 17 de enero, reciben la llamada para "informarnos de que el perro se había escapado o alguien había entrado en la casa". "Me cuesta creer que una persona saltase un gran muro de hormigón con un perro de 28 kilos", confiesa Pedro Cebrián.

Con el tiempo fueron cambiando la versión, "ha pasado un mes y nadie nos da explicaciones de lo que pasó en la guardería y no sabemos qué creer". Allí conviven todo tipo de animales, como cerdos vietnamitas, perros y caballos, como el que le han ofrecido en sustitución. "Es una guardería que hemos descubierto que es ilegal y no tiene los permisos", asegura.