La juez de guardia de Benidorm acordó ayer dejar en libertad provisional a un ciudadano británico de 32 años detenido por la Policía por el homicidio de la joven escocesa de 27 años que falleció la madrugada del pasado domingo tras caer de un décimo piso de un edificio de apartamentos, donde estaba alojada junto a 21 amigas que habían viajado para celebrar en la Costa Blanca la despedida de soltera de una de ellas.

El arrestado, que fue asistido por el abogado Roberto Sánchez, negó que hubiera arrojado al vacío a la joven. Por su parte, la hipótesis que baraja la Policía Nacional es que o bien la tiró el acusado o bien intimidó de tal forma a la chica que, presa del pánico, para escaparse del apartamento donde había cuatro hombres ella saltó desde el décimo piso con la intención de caer dentro de la piscina, con la mala fortuna de que se golpeó mortalmente contra el bordillo, según explicaron a este diario fuentes cercanas al caso.

La fallecida se había casado apenas hace unos meses y su familia se ha personado en el caso para ejercer la acusación y ayer mismo solicitó a la juez de guardia que acordara el ingreso en prisión. La juez no acordó dicha medida ni tampoco ha prohibido que el investigado, que tiene antecedentes por agresión sexual en Inglaterra, salga de España.

Según la investigación realizada por la Policía Nacional, la joven llegó a Benidorm el pasado viernes por la noche junto con un grupo de 21 amigas de Escocia que iban a celebrar una despedida de soltera. Se alojaron en los apartamentos Payma y las 22 amigas se repartieron entre las plantas novena y décima antes de salir de fiesta.

El grupo de amigas estuvo en varios locales de ocio nocturno. La joven fallecida bebió una decena de copas y sobre las cinco de la madrugada se encontró mal y decidió regresar al apartamento donde se alojaba con dos jóvenes del grupo. Media hora más tarde llegó al apartamento con sus dos amigas, situado en la planta novena, y se acostó.

Poco antes de las siete de la mañana una de sus amigas grabó a la víctima mientras dormía vestida y sin zapatos. A partir de entonces, entre las siete de la mañana y las 07.50 horas, la joven salió descalza sin que sus amigas se despertaran. Dejó las llaves y su teléfono móvil y subió a la planta décima.

La Policía cree que debió de querer ir a la habitación de alguna amiga para verla o pedirle una medicación al encontrarse mal. Sin embargo, la chica se confundió y a las 07.45 horas llamó a un apartamento donde había cuatro hombres corpulentos consumiendo alcohol y cocaína.

El ahora investigado por el homicidio fue quien abrió la puerta y la joven puso cara de sorpresa, pero entró buscando a sus amigas. Sin embargo, allí sólo había en el pasillo tres hombres corpulentos de 1,95 metros de estatura, mientras que el cuarto estaba durmiendo.

Los investigadores creen que el detenido debió decirle alguna obscenidad a la joven o la abordó de una forma que se sintió intimidada. La chica entró en pánico e intentó huir a través de la ventana del baño pero ésta daba a un pasillo interior. Al estar los hombres en el pasillo que daba a la puerta de la casa se dirigió hacia el balcón. Abajo está la piscina y la Policía cree que debió pensar que era su única vía de escape. Saltó y murió al impactar contra el bordillo.

El detenido ha declarado que la chica estaba como «loca, bebida o drogada» y que se escondió en el baño, por lo que le pidió explicaciones y que se marchara de la casa.

El informe policial recoge que la joven fallecida no consumió drogas durante la despedida de soltera, únicamente alcohol.

El informe preliminar de la autopsia habla de muerte violenta y se han recogido muestras para que Toxicología realice un estudio detallado