Agentes de la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra han disparado esta madrugada a un hombre que gritó varias veces "Alá es grande" tras resistirse a ser identificado al ser parado el vehículo en el que viajaba de copiloto en un control realizado por el instituto armado en el Peaje de la Junquera (Girona), sentido Francia, han informado a Europa Press fuentes policiales.

El hombre, que fue trasladado a un centro hospitalario donde fue operado sin que su vida corra peligro, viajaba en un coche propiedad de su pareja que fue parado a las 00.00 horas en el último peaje de la A-7 sentido Francia en la Junquera, uno de los pasos fronterizos de mayor control policial por conectar España y Francia.

El coche lo conducía una mujer, que atendió a las órdenes de la Guardia Civil para permitir que se inspeccionara el vehículo, un turismo marca Alfa Romeo de color blanco, modelo Giulietta con matrícula francesa. La conductora pidió salir del mismo para ir al lavabo y una agente de la Guardia Civil la acompañó al más cercano.

Según la declaración posterior de la mujer, en el coche viajaba junto a su pareja, quien se quedó en el interior del turismo negándose a obedecer las instrucciones policiales. Uno de los agentes de la Guardia Civil le pidió que bajara del Alfa Romeo, a lo que accedió. Según las citadas fuentes, el hombre se resistió a ser registrado, pese a lo que se localizó a la altura de la cintura un objeto sospechoso.

Fue en este momento en el que comenzó a murmurar en árabe y mencionar en varias ocasiones "Alá es grande". En un primer momento los agentes se separaron de él unos metros, protegiéndose ante la resistencia a ser registrado e identificado. La actitud nerviosa y el comportamiento extraño hicieron que los agentes valoraran que pudiera tratarse de un terrorista y que estuviera armado.

A continuación, se le pidió que se tumbara por completo en el suelo, a lo que hizo caso omiso. Un agente de la Guardia Civil realizó un primer disparo al aire y, en ese momento, el individuo volvió a entrar en el vehículo, encerrándose en su interior. El instituto armado cortó el tráfico en la AP-7 y dio aviso a la sala regional de mando de los Mossos.

Varias dotaciones uniformadas de los Mossos llegaron al lugar de los hechos. Durante unos minutos los agentes continuaron persuadiendo a la persona, que se había encerrado dentro del vehículo. De pronto, éste decidió salir, dirigiéndose hacia una de las dotaciones policiales con las manos puestas de tal forma que simulaba llevar un arma de fuego.

No se hallaron armas ni explosivos

Un agente de la Guardia Civil realizó dos disparos al aire y, ante el caso omiso de la persona, disparó una tercera vez al cuerpo del individuo. Posteriormente, agentes de los Mossos también disparan a la persona. Fuentes policiales señalan que desconocen cuál de los disparos efectuados ha sido el que ha impactado en el sujeto, que presenta una herida en la cadera.

Antes de ser trasladado al Hospital Universitario de Girona Doctor Josep Trueta, donde fue operado sin que peligre su vida, el individuo se puso a rezar en el suelo y luego se desplazó nuevamente al vehículo. Una vez en el interior, empezó a desnudarse. En ese momento llegó una dotación ARRO de Mossos d'Esquadra, que se acercó al vehículo y logró reducir e inmovilizar al sospechoso.

Finalmente, se comprobó que la persona presentaba herida por arma de fuego a la altura de la cadera por un único impacto, sin que fuera posible hacerle lectura de derechos como persona detenida, ya que es trasladada al Hospital Trueta de Girona, donde es intervenido.

En el registro del vehículo y de las dos personas no se encontraron artefactos explosivos ni armas de fuego. Según testificó la mujer propietaria del Alfa Romeo, ella y su pareja venían de Barcelona.