Este pequeño invento, aún en fase experimental, podría tener numerosas aplicaciones, como los videojuegos o la educación.

Después de tres años de investigación, un grupo de científicos del NICT han dado a luz su pequeño gran invento que no supera los 10 centímetros: una sencila caja con tres de sus seis caras compuestas por el 'método integral fotográfico', una clase de pantalla de lentes múltiples de cristal líquido. Con estos elementos es posible proyectar un objeto para poder observarlo desde la caja, con la ventaja de poder verlo a través de tres ángulos como si estuviera dentro.

Los investigadores han mostrado las posibilidades del ingenio con la imagen un pequeño pato de juguete o una pelota de fútbol, pero las posibilidades son amplias.

"Supongamos que tienes una fotografía de tu novia sonriendo sobre tu escritorio. Ella podría estar sonriendo pero como una imagen en 3D en el cubo", explicó una de las investigadoras de este proyecto del NICT Shunsuke Yoshida, en declaraciones recogidas por Otr/press del portal de noticias de Yahoo. Con la idea de un portaretratos digital y en 3D, los investigadores proponen algunas de las aplicaciones más viables, como el campo educativo, el diseño industrial o los videojuegos.

AJUSTES E INNOVACIONES DE LA CAJA 3D

Sin embargo, aún falta mucho para que el 'gCubik' llegue a despegar y deje de ser un prototipo más. Sus creadores están buscando la forma de mejorar la calidad de las imágenes proyectadas, todavía muy 'pixeladas', y lograr que las seis caras de la caja sirvan para observar en todos los ángulos al objeto o al retrato de la persona seleccionada. Y, como era de esperarse en todo dispositivo de última generación que se precie, hacerlo también 'wireless', es decir, sin cables.

Otro de los sueños que podrían convertirse en realidad es que este invento japonés pueda reproducir sonidos acordes con las imágenes 3D. Un ejemplo sería hacer coincir la voz de una persona proyectada en la caja 3D con sus movimientos, de forma que pareciera que estuviera hablando por sí sola dentro del cubo. Sea como sea, el ingenio japonés nos sitúa un poco más cerca de los proyectores holográficos que George Lucas ideó para su 'Star Wars'.