La cadena Cuatro aprovecha la visita a Marbella (Málaga) de la primera dama de EEUU, Michelle Obama, y de una de sus hijas para mostrar mañana, en su programa "Hotel, dulce hotel", el establecimiento hotelero donde pasarán parte de sus vacaciones.

El hotel elegido por Michelle Obama y su hija Sasha, de nueve años, es el "Villa Padierna" y está considerado el más lujoso de España, según se afirma en la nota difundida por Cuatro.

Pasar una noche en una de las suites de este hotel no está al alcance del bolsillo de cualquiera. Cuesta 5.000 euros, si bien en el precio está incluido el servicio de un mayordomo las 24 horas.

Por eso, el reportaje que se emitirá mañana, a las 23.35 horas, se titulará "Hotel con mayordomo", y en él las cámaras de Cuatro mostrarán el interior del exclusivo establecimiento que ha cautivado a la familia Obama, cuya visita a España tiene carácter privado y tendrá lugar en la primera semana de agosto.

Parte de la singularidad del "Villa Padierna" reside en que es una antigua iglesia reconvertida en hotel.

Durante el programa, podrá verse a una pareja que celebra un cumpleaños en el restaurante situado en la capilla y a un grupo de primos que pasan un fin de semana con sus respectivas parejas y que reconocen que "nunca" habían dormido "en una iglesia".

Pero, en esta nueva edición de "Hotel, dulce hotel" los espectadores asistirán también a otras historias, como la de una joven canaria que vive desde hace un año en la habitación de un hotel de Madrid.

Al parecer, el hotel es de sus abuelos y, en vista de lo cara que está la vivienda, la joven decidió mudarse a la suite del establecimiento. Poco a poco "se va sintiendo como en casa", se indica en la nota de Cuatro.

"Hotel, dulce hotel" viaja además a Acapulco, México, en compañía del empresario Enrique Sarasola para visitar un centro hotelero que mantiene la estética de los años cincuenta.

El programa recorre también un hotel para parejas en Madrid, en el que todo está pensado para preservar la intimidad de quienes se alojan en él.

Así, el registro de los huéspedes se hace desde el coche que, una vez en el garaje, permite a la pareja pasar directamente a la habitación. Y, si lo desean, los clientes pueden solicitar incluso productos eróticos para pasar la noche.