La noticia pasó de puntillas. El prestigioso diario deportivo ´L´Equipe´ publicó la pasada semana que la Euroliga planeaba ´cerrar´ la competición. Acotar el número de participantes, que la mayoría fueran fijos, y dotar a la competición de mayor estabilidad y nivel tanto deportivo como económico.

Radio Vitoria se hizo ayer eco de la información y avanzó una serie de cambios que se discutirán en la próxima asamblea de Berlín, el día 7 de julio. Y las medidas no son nada halagüeñas para el Unicaja. La Euroliga estudia crear contratos de cuatro años para 16 de sus 24 participantes, de los que tres serían españoles: Tau, Barcelona y Real Madrid. El Unicaja no aparece en los planes del torneo.

Esos 16 clubes serían fijos. Pasados cuatro años, el peor de todos en ese tiempo perdería su ´licencia´ y el mejor del pelotón de segundones se ganaría esa plaza. Al parecer, esos 16 clubes con derecho a disputar la máxima competición continental lo harían según sus méritos deportivos.

Según pudo averiguar ayer este periódico, este proyecto embrionario no sólo atiende a los triunfos en la cancha. Tiene también mucho de negocio. Los grandes clubes que sustentan la competición, Maccabi, Panathinaikos y CSKA, todos con millonarios acuerdos televisivos, quieren que los participantes fijos en este nuevo formato de Euroliga lo hagan con un buen contrato televisivo bajo el brazo.

Y el Unicaja, por el momento, carece de él. No así los otros tres clubes españoles. El Barcelona está fuertemente respaldado por TV3; el Tau Cerámica, por ETB; y el Real Madrid, por TVE, que ha ofrecido la inmensa mayoría de sus encuentros europeos, desplazando al Unicaja a su canal temático de Teledeporte.

Las audiencias mandan y el Madrid ´vende´ más que el Unicaja. Tiene adeptos repartidos por el territorio nacional. Mientras las televisiones autonómicas apoyan a Barça y Tau, el Unicaja no ha sabido o no ha podido captar la atención del ente andaluz. Algo que sí sucedió tiempo atrás. Y no hace mucho.

Asamblea ACB. Así las cosas, existe cierta preocupación en el seno del club de Los Guindos, como ayer admitió a este periódico uno de sus responsables. El primer paso se dará el próximo viernes, cuando se celebre la habitual asamblea de la Liga ACB. Quizá en el seno de la competición se debata este asunto o los futuros cambios previstos en la Euroliga, a los que se negarían, evidentemente, tanto el Unicaja como otros perjudicados. Bien sea el DKV Joventut o el Pamesa.

Tras la cita de Barcelona vendrá la verdadera prueba de fuego, la asamblea de Berlín de la Euroliga. Los cambios que se estudian en el organismo dejarían fuera al Unicaja, que debería ganarse una plaza por méritos deportivos en la ACB. Eso, siempre que la Liga española conservara sus cuatro plazas. Rusia -un solo equipo- y otros países con poderío económico reclaman más cuota en el torneo del Viejo Continente.

Otra de las posibles decisiones de la Euroliga es imponer un aforo mínimo de 10.000 espectadores en cada pabellón a partir de la campaña 2009/10, fecha en la que se producirían los cambios detallados. Habría excepciones para los equipos que tienen un mínimo de 5.000 asientos en su escenario habitual, que deberían adaptarse a esta imposición en un plazo de tres años.