Los dos mejores jugadores del mundo, Roger Federer y Rafael Nadal, podrían cruzarse por tercer año consecutivo en la final de Wimbledon del próximo domingo después de clasificarse para semifinales ofreciendo ambos un recital de juego propio de dos raquetas ya míticas en la historia del tenis.

Federer se exhibió en tres sets ante el croata Mario Ancic, último jugador en ganarle un partido sobre el tapete de Wimbledon en un lejano ya 2002. Nadal, por su parte, no tuvo rival y pasó como un ciclón por la central para llevarse por delante al escocés Andy Murray.

Nadal consiguió un inapelable pase a las semifinales en tres sets por 6-3, 6-2 y 6-4, ofreciendo además un recital de juego. El español, concentrado y firme desde el primer punto del partido, se exhibió ante un Murray incapaz de frenar sus acometidas, tanto con una agresiva derecha como con un revés impecable, que desesperó a un rival que ni siquiera encontró auxilio en su servicio.

El número dos mundial, que ahora se medirá al vencedor del partido entre el francés Arnaud Clement y el alemán Rainer Schuettler, nunca sintió presión del público ni de su rival porque fue una auténtica apisonadora.

Federer derrotó con suficiencia al croata Mario Ancic por 6-1, 7-5 y 6-4, borrando aquel traspié en la primera ronda de la edición de 2002, en la que Ancic, con tan sólo 18 años, derrotó al suizo. Desde entonces el jugador helvético ha ganado todos los partidos disputados en Wimbledon para reunir un total de cinco títulos. Federer se las verá ahora con el ruso Marat Safin, que fue verdugo del español Feliciano López: 3-6, 7-5, 7-6 (1) y 6-3.

El toledano fue víctima de un renacido Safin, un jugador volátil, con dos torneos del ´Grand Slam´ en su palmarés, pero ahora mismo en la posición 75 del ránking mundial. En un primer set interrumpido por la lluvia, el español llevó la iniciativa ante un desesperado Safin, que incluso envió una bola fuera de la pista central. Pero el ruso, cuartofinalista en Wimbledon en 2001, regresó con mucha fuerza y fue mejor.