Si todavía no han visitado el Centro Acuático, no tarden en hacerlo. Y qué mejor ocasión que este Campeonato de Europa de waterpolo. Málaga, tras un largo e histórico déficit en piscinas, ha construido una instalación espectacular. Amplia, agradable, con piscina olímpica exterior e interior, con salones, salas de conferencias... Una verdadera pasada.
Todo salió a pedir de boca. Todo menos lo verdaderamente importante, el partido de España. El encuentro ante Montenegro se saldó con derrota. Y lo peor, el equipo nacional no dejó buenas sensaciones en su estreno. Mal comienzo del Europeo. Y a un mes de que arranquen los Juegos.
Quien se acerque a disfrutar en vivo cualquier choque disfrutará de un día de lo más movidito. El Centro Acuático está repleto de gente ´guapa´. Y no por sus competidores -que también, y de qué manera-, sino por el desfile de autoridades municipales, regionales y del mundo de la natación.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el director general de Actividades Deportivas de la Junta de Andalucía, Juan de la Cruz; y el presidente de la Liga Europea de Natación, Bartolo Consolo, inauguraron oficialmente el torneo antes de la cita más importante de la primera jornada, el España-Montenegro.
Varios ediles de la corporación se dejaron ver en un día de calor, que amainó cuando llegó la noche. Quizá la temperatura frenó algo a la afición. Falló el público. Unas mil personas en el Centro Acuático para el choque estrella. Poca gente, aunque ruidosa.
Aunque este Europeo mueve un ambiente muy bonito. Es un crisol de culturas con equipos de Francia, Bulgaria, Croacia, Hungría... Puedes escuchar siete idiomas distintos en siete corrillos diferentes en unos metros de distancia. También imponen respeto las cifras. Anoche ya se habían acreditado 1.800 personas, entre responsables, organización, voluntarios, equipos, técnicos, federativos, VIP o prensa. Málaga vuelve a estar en el punto de mira. Una vez más acoge un gran torneo que verán millones de espectadores en toda Europa. Un escaparate excelente.
