A punto de cumplir los 24 años, Rubén Ruzafa es el tercer malagueño que consigue clasificarse para los Juegos Olímpicos de Pekín, donde por el momento estarán también las nadadoras María Peláez y Nina Zivaneskaya. Rubén vive un sueño y confiesa que el próximo 23 de agosto luchará por alcanzar una buena posición en la competición de bicicleta de montaña (MTB). Está ilusionado después de que el seleccionador nacional, Cristóbal Sánchez, decidiera incluirlo en la lista a última hora. Sabe que lo que toca es trabajar muy duro.

La gran temporada que ha realizado de Rubén, proclamándose campeón de España entre otros títulos, ha sido la causa de ese repentino cambio en la lista definitiva. El joven deportista cumple así uno de los grandes sueños de su carrera. "A principios de enero lo veía muy difícil, pero este año he conseguido grandes resultados y me he encontrado muy bien. Al final ha sucedido. Hasta que el seleccionador no te dice que vas, no terminas de creértelo".

Ir a los Juegos Olímpicos es todo un éxito para cualquier deportista, pero aún más cuando se trata de una disciplina tan dura como la MTB. "Es un deporte duro en carrera, pero aún más en los entrenamientos. Aunque estés cansado o haga mal tiempo, tienes que salir a entrenar. Además, tienes que cuidarte mucho para estar al cien por cien", afirma.

Pero, aunque ya considera un triunfo el ir a Pekín, no se conforma y aspira a lograr una posición destacada. "Ya que voy, quiero prepararme bien. Me gustaría terminar entre los diez o los quince primeros. Si puedo conseguir un diploma, mejor, pero sé que están muy caros porque el nivel es altísimo".

Preparación. Para conseguir su objetivo, está siguiendo una preparación específica. "Descansé la semana pasada, y ahora estoy empezando a correr. La semana que viene haré rutas largas en carretera para coger fondo y después haré series de intensidad. Espero llegar bien", dijo.

Además, es consciente tanto de los problemas como de las ventajas con que parte. "Son seis horas de diferencia, y dicen que la adaptación se realiza a una hora por día. Me marcho el 15, así que creo que estaré bien para la carrera. Las condiciones del clima son muy similares a las de aquí. Eso es una suerte".

Aficionado al ciclismo desde los 13 años, reconoce que fue su padre quien le animó a hacer deporte. "De pequeño era más bien deportista de sillón. A los 13 años empecé a salir con mi padre, fui haciendo carreras y me animaba al conseguir buenos resultados. Y así hasta llegar aquí", apuntó. También piensa que su participación en Pekín podría suponer un ascenso de la afición por este deporte en Málaga. "Esta provincia lo tiene todo: zonas llanas y mucha montaña. Además, siempre hace buen tiempo. Pero no hay afición al ciclismo, aunque ya se ven pelotones y gente que practica este deporte. Creo que saber que un malagueño va a los Juegos puede animar a más gente a salir en bici", concluyó. La cuenta atrás ha comenzado.