La atleta rusa Elena Isinbayeva batió el récord del mundo de salto con pértiga al superar los 5,03 metros en la tercera prueba de la Liga de oro de la IAAF en Roma en su tercer intento sobre este listón.

Tras lograr la hazaña con un salto limpio que superó la plusmarca que ella misma había fijado en Helsinki en 2006, Isinbayeva se levantó de un bote de la colchoneta y corrió exultante a por una bandera de Rusia, con la que se paseó emocionada y luciendo su amplia sonrisa por el Estadio Olímpico de Roma.

El público de la capital italiana, que desde hacía bastantes minutos aguantaba en la grada sólo para contemplar los intentos de Isinbayeva, primero sobre 4,95 y a continuación sobre 5,03, estalló de alegría cuando la rusa logró su marca.

Isinbayeva hizo además las delicias de los aficionados romanos al pronunciar en italiano sus primeras palabras tras el récord: "Estoy contentísima, gracias a todos".

Además, en la rueda de prensa aseguró que su intención era la de batir el récord "justamente aquí en Roma" y contó que sus buenas sensaciones sobre la pista la llevaron a intentar los 5,03 tras superar los 4,95, sin pasar por registros intermedios.

"Desde hace algo de tiempo pongo más intensidad en mis entrenamientos y en las competiciones, de hecho me siento más fuerte tanto mental como anímicamente. Y ahora me quedan tres citas antes de (los Juegos Olímpicos de) Pekín", añadió.

Isinbayeva, de 26 años, superó de esta forma el anterior récord del mundo que ella misma poseía, 5,01 metros, y da un paso más en su intento de convertirse en el equivalente femenino del ucraniano Sergei Bubka, que encadenó varias plusmarcas de la disciplina, hasta dejarla en niveles que antes eran imprevisibles y a los que nadie se ha acercado después.

La saltadora rusa fue la protagonista absoluta de la ´Golden Gala´ de Roma, la tercera prueba de las seis que componen la Liga de Oro de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), tras las disputadas en Berlín y Oslo.

El tiempo le ha dado la razón a Isinbayeva, quien a finales de 2005 tomó una controvertida decisión: cambiar de entrenador y ponerse a las órdenes de Vitaly Petrov -antiguo entrenador de Bubka-, con quien actualmente entrena en Donetsk (Ucrania) y en Formia (Italia). Junto con Petrov, la atleta de Volgogrado ha modificado su técnica y ha vuelto a ´volar´ alto.