El italiano Leonardo Piepoli, del Saunier Duval, prolongó la fiesta de su equipo con la conquista de la cima del Hautacam, en la etapa reina de los Pirineos que terminó con el australiano Cadel Evans vestido con el maillot amarillo y la eliminación de los españoles Alejandro Valverde y Oscar Pereiro, hundidos en una jornada nefasta para el Caisse D´Epargne.

Después de la lección de Riccó en la jornada anterior, se cumplió el deseo de ´la cobra´ de que ganara Piepoli en Hautacam, en la décima etapa que cubrió 156 kilómetros desde la salida en Pau. Ganó su compatriota en compañía de Juan José Cobo, otro hombre del Saunier Duval que remató el festival amarillo de los hombres de Josean Fernández Matxín.

Piepoli y Cobo cubrieron juntos los últimos kilómetros del ascenso, sin admitir compañía alguna, y llegaron a meta con un tiempo de 4h.19.27. El luxemburgués Frank Schleck, del CSC, cruzó tercero a 28 segundos. El austriaco Kohl (Gerolsteiner) llegó cuarto a 1.06 y el primer grupo de favoritos con Evans, Sastre, Riccó, Menchov y Vandevelde a 2.17, con Evans nuevo líder por un solo segundo.

La masacra afectó a Kim Kirchen, que cedió 4.19 y se despidió del sueño del maillot amarillo, pero la factura fue más dolorosa para Valverde, que se dejó cualquier posibilidad de podio con un retraso en meta de 5.50, pero peor le fue a Pereiro, a 7.02.

Cadel Evans tomó el mando en la general y confirmó su condición de favorito. Sin brillo alguno, el jefe de filas del Silence subió al podio a recoger entre lágrimas el maillot amarillo. El quinto australiano líder en la historia del Tour y el primero desde 2004, cuando lo vistió Robbie McEwen.

Cambios. El vuelco en la general colocó a 5 corredores en el margen de un minuto. Segundo es Frank Schleck. Carlos Sastre, sexto, es el primer español de la general. La etapa ¡ desplegó mucha estrategia desde los primeros kilómetros, en un escenario pirenaico de postín. Era la del Tourmalet y del Hautacam, mitos de la carrera, en el primer cuerpo a cuerpo serio entre los favoritos, el que arrojaría las primeras conclusiones cara al futuro.

Un marsellés de 22 años, Remy di Gregorio (Francaise), considerado el nuevo Virenque del ciclismo francés, tuvo el honor de coronar en cabeza la cumbre del Tourmalet (categoría especial, 17,7 kms al 7,5 por ciento). Uno de los componentes de la escapada inicial, en la que entraron nombre ilustres como los de Freire y Fabian Cancellara, un grupo que se redujo a seis corredores en las primeras rampas del legendario puerto pirenaico, donde la leyenda es aún mayor que la dureza de sus pendientes.

En tan distinguido escenario desplegó la lección táctica el CSC de Sastre. El danés Sorensen y el alemán Voigt se encargaron de seleccionar el grupo de la alta jerarquía y de hacer sufrir a Valverde, que acabó cediendo en la cumbre 50 segundos en compañía de Pereiro. Dos pájaros de un tiro, toda una jugada maestra con dos de los favoritos a punto de despedirse.

Estrategia. El botín fue en aumento en los 25 kilómetros que conducían hasta la falda del Hautacam. Valverde y Pereiro se vieron obligados a perseguir a más de un minuto. Entonces el CSC se puso en manos de Cancellara. Un relevo premeditado en la estrategia del cuadro danés, que afrontaría el coloso pirenaico que conquistó Javier Otxoa en 2000 por delante de Armstrong con 3 corredores de postín, por otros 3 del Saunier, con el jefe Riccó, su amigo Piepoli y Juanjo Cobo.

El duelo no se hizo esperar. Los ataques de Cobo y Schleck seleccionaron al grupo que se iba a disputar la etapa. Ambos corredores y Piepoli terminaron por ponerse en cabeza a 6 kilómetros de la cima de Hautacam. Los tres muy por encima del grupo perseguidor con Evans, Sastre, Menchov, Riccó, Kohl, Efimkin y Moisés Dueñas, el bravo corredor español del Barloworld. Kirchen ya no era el líder y Valverde, solo, iba pasando las de Caín.

Cobo y Piepoli, uno de los mejores escaladores del mundo, despidieron a Schleck a 2.500 metros de meta, para no aparecer más ante su vista. Empezó el festival del Saunier, otro más, implacable grupo en la montaña. Era cuestión de decidir quién ganaba. Primó los galones de un corredor que logró el sueño de su vida en el último tramo de una carrera profesional que inició en 1995. ´Leo´ ya tiene triunfos en Vuelta, Giro y Tour. Quedan los Alpes. Hoy, descanso.