Vicente del Bosque fue presentado ayer como nuevo seleccionador español en La Ciudad del Fútbol, donde mostró su satisfacción por asumir el gran reto de su carrera sintiéndose "un privilegiado". Del Bosque llegó junto a Ángel María Villar, presidente de al Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y estuvo acompañado por Fernando Hierro, director deportivo, y Jorge Pérez, secretario general. En sus primeras palabras mostró su satisfacción y, fiel a su estilo, dedicó elogios a su antecesor Luis Aragonés.

"Estamos en uno de los mejores momentos que ha vivido el fútbol español y hay que reconocer que es gracias al anterior entrenador, Luis Aragonés, su cuerpo técnico y toda la gente de esta casa que ha trabajado para conseguir un éxito tan importante".

"Soy consciente de la responsabilidad que asumo, pero más que preocupado me siento un privilegiado. Soy un absoluto privilegiado", dijo.

El nuevo seleccionador prometió trabajo para seguir cosechando éxitos, indicó que al fútbol español le "hace falta cordialidad y buenas relaciones", y señaló como sus dos primeros objetivos la fase de clasificación para el Mundial y la Copa Confederaciones en Suráfrica.

Conciliador, pese a que admitió que no ha hablado aún con Luis Aragonés, mostró su deseo de hacerlo. "Somos de distintas generaciones y no hemos tenido una relación cercana pero nos hemos llevado siempre muy bien. Le admiro por su carrera". Y mostró su idea de no tocar de inicio el bloque que deja Aragonés, que ha conquistado la Eurocopa. "Deseo mantener el estilo que ha llevado a España a alcanzar una de las mayores cotas de su historia, así como mantener la unión del grupo que ha traído el éxito".

El nuevo seleccionador se mostró dispuesto a asumir "el debate y la polémica" y dijo que tendrá "que saber vivir con ella". La primera, de hecho, podría ser la entrada en su lista de Raúl y Guti. "Potencialmente son jugadores que pueden ir a la selección".

Dijo al final que su pasado madridista no le condicionará para seleccionar a los mejores jugadores.