El fichaje de Luque por el Málaga es un galimatías difícil de descifrar. Una operación en la que las impresiones tienen más fuerza que las palabras o los papeles firmados. Luque y Tapia, o lo que es lo mismo, amigos y profesionales, quieren volver a verse las caras a diario en Málaga esta nueva campaña.

Tapia, una vez cerrada la operación de Nacho que fue una petición expresa suya, y tras poner en marcha la operación Juanma, echará ahora el resto por José Juan Luque, jugador del Granada 74 que fue la campaña pasada la prolongación del técnico de Baena sobre el césped.

Para el centrocampista sevillano es su último tren. A sus 30 años y tras descender a Segunda División B con el conjunto granadino, la llamada de un Primera División es un sueño hecho realidad. Además a las órdenes del técnico que mejor lo ha entendido. Es por ello que Luque forzará su salida en los próximos días para recalar en Martiricos.

Ayer comenzó la pretemporada del Granada 74 en tierras granadinas. Una primera toma de contacto del conjunto de Segunda División B que supuso un suplicio para más de uno. La declaración de intenciones de Marsá quedó clara. Luque se entrenó aparte con otros compañeros que tampoco ´cuentan´ para el club. Fue el primer día, pero ni siquiera escuchó la charla que Marsá les dio en su primera ´clase´.

El caso es el siguiente. Casi todos los jugadores que la pasada campaña militaron en el conjunto rojillo han denunciado al Granada 74 a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) por impago. Una situación que lamentablemente se repite en el fútbol español y que en esta ocasión la viven los jugadores granadinos. Ante estas denuncias, si el Granada 74 de Carlos Marsá no efectúa los pagos antes del 31 de julio, el conjunto rojillo descendería a Tercera División.

Pero para evitar esta situación, Carlos Marsá ya ha comenzado a tramitar las gestiones para entrar en un proceso concursal voluntario. El pasado viernes fue presentada la primera ´piedra´ para acogerse a la Ley Concursal y, puesto que presentar toda la documentación es casi o tan complicado como ascender de categoría, el juez se tomará unos días para decidir si lo admite.

Para Marsá, entrar en la Ley Concursal también es una medida de presión a sus futbolistas. El carismático empresario granadino le puso precio a la cabeza de Luque -medio millón de euros-, pero ya ha negociado las salidas de algunos jugadores ofreciéndoles cobrar el 40 por ciento que se les adeuda, sin contar la ficha, y dándoles la carta de libertad. Muchos han aceptado y Luque podría ser el próximo.

Trabajo. Ayer, en la vuelta al trabajo de la plantilla, Marsá pasó revista y a Luque se le ha ofrecido esta posibilidad. El sevillano tendría un hueco en la plantilla blanquiazul, pero el ´negocio´ que pretende hacer Marsá le haría perder un gran pellizco.

La otra posibilidad para Luque es quedarse esta campaña en el Granada 74, entrar casi con toda seguridad en un Expediente de Regulación de Empleo, ya que tiene una ficha elevada, y cobrar la mitad del salario y la deuda.

Por lo tanto, todo hace indicar que Luque aceptará la ´propuesta´ de Carlos Marsá y recalará en Málaga. Ambas partes están forzando la situación, pero Tapia espera que el jugador esté en la concentración del Málaga más pronto que tarde.

El Málaga, que tiene asumido que Luque no llegará pronto, aguarda así que el sevillano pueda llegar con la carta de libertad bajo el brazo y espera no tener que hacer ningún desembolso por su fichaje. La solución a este embrollo, en unos días.