El relax en el Gran Hotel de Benahavís será el mínimo indispensable en toda concentración. Antonio Tapia ha establecido hasta tres sesiones diarias, la primera de las cuales basada en el apartado físico, la segunda para reforzar la musculatura en el gimnasio, así como una tercera dedicada a la estrategia.

La palabra ´tregua´ no existe en el diccionario del técnico baenense, que ayer dispuso de su tercer día de triple sesión, si bien el primero en el municipio de Benahavís, que debe su nombre a la familia árabe Banu Habis -Hijos del Abismo-.

Es en el abismo en lo que pensarán los jugadores del Málaga cuando acumulen en sus piernas varios días de pretemporada, porque el esfuerzo irá ´in crescendo´ a medida que pasen las jornadas junto a la falda de la sierra. Sólo las dos sesiones diarias programadas en el SPA del hotel aliviarán, en cierta medida, las tensiones.

El equipo humano, formado por Tapia, Julio César Dely Valdés, Enrique Ruiz, Paulino Granero, Álvaro Reina, Paco Ruiz y Rafa Mondragón, tiene calculado hasta el más mínimo detalle para estos doce días de estadía.

La intensidad irá en aumento cada día hasta la jornada de asueto que conceda Antonio Tapia, que será casi con toda seguridad en el ecuador de la concentración, y con posterioridad de nuevo tendrán que ponerse las pilas los jugadores de cara al encuentro amistoso del 1 de agosto frente al Marbella en el Municipal marbellí.

Valcarce ya ejerce. El nuevo delegado del Málaga, Vicente Valcarce Cano, ya se estrenó ayer en su nuevo cargo al asignar las habitaciones a quienes hasta hace pocas semanas han siso sus compañeros. Resultó chocante ver al lanzaroteño decirle a los jugadores dónde estaban ubicados, en lugar de comprobar que compartía habitación con Leko -con quien más veces ha estado-, Manu Sánchez, Salva Ballesta o Iván Rosado. El reparto de habitaciones, a diferencia del que realizó la pasada temporada Juan Ramón Muñiz, no se llevó a cabo en función de los puestos, sino por la empatía o amistad en la mayoría de los casos, como ocurrió con los canteranos Jesús Gámez y Silva, o Tudela y Alcalá, así como con Apoño y Gaitán o los portugueses Hélder y Eliseu. Los únicos jugadores que están solos son el brasileño Rossato, a la espera de que se incorpore su compatriota Weligton, y el lateral Manu, del filial, que se quedó de momento sin la compañía de Edu Ramos.