La experiencia lo es casi todo en el fútbol. Es lo que llevará a Manolo a convertirse en jugador del Málaga en detrimento de Gaitán, por citar un ejemplo.

Dieciocho jugadores malaguistas -sin contar los que aún no lo son de forma oficial, casos del citado Manolo, Miguel Ángel o Ewerthon- han actuado ya en la máxima categoría, sea del fútbol nacional o internacional.

Cuando Salva Ballesta se estrenó con la camiseta del Sevilla frente al Oviedo (1-1) el 10 de diciembre de 1995, el juvenil Edu Ramos, que se incorporó ayer a la disciplina del equipo, tomaba todavía el biberón -tenía tres años-.

Sólo Salva y el malagueño Fernando, que jugó su primer encuentro con el Real Madrid en La Romareda (0-1) en abril de 2000, superan los 200 partidos, mientras que otros cuatro compañeros alcanzan el centenar, casos de Rossato, Calleja, el también malaguista Nacho y Arnau, que lo hizo un años después de Salva, con el Barça frente al Atlético en un partido para no olvidar (3-3). Dos años más tarde que el aragonés lo logró Peragón con el Rayo y frente al Valencia en el estadio de Vallecas (3-1).

A lo largo de los estrenos hay curiosidades de todo tipo. El último en debutar en Primera fue el onubense Lolo, que lo hizo la pasada campaña con el Sevilla y frente al Deportivo de La Coruña en Riazor (2-1). Su paisano, Cheli, también alcanzó la Primera División ante el conjunto gallego, si bien en las filas del equipo de su tierra, el Recreativo, en el Colombino (1-1).

El recién llegado Pere Martí debutó precisamente en La Rosaleda, en la Liga 2003/04 (0-0) con el Villarreal, con el que lo logró Javi Calleja en un encuentro que es mejor olvidar (1-5 ante el Rayo) en septiembre de 2000.

Dos jugadores blanquiazules se estrenaron frente al Celta, en ambos casos el resultado final fue de empate a uno y sendos estrenos se produjeron en 2003, como ocurrió con el salmantino Cuadrado, cuando estaba en el Murcia, en Balaídos, y con el malagueño Nacho vistiendo la elástica blanquiazul en La Rosaleda.

Hay futbolistas que no han pisado la Primera División española, pero sí suman veteranía en las Ligas de otros países, como ocurre con Weligton, tanto en Brasil (Paraná y Peñafiel) como en Suiza (Grasshopper), Hélder en Portugal (Os Belenenses y Boavista), Eliseu a su vez en el país luso (Os Belenenses), Stosic en Serbia y Montenegro (Napredak y OFK Belgrado) y Baha también en el país vecino (Sporting de Braga). También los hay que han jugado en España y en el extranjero, como sucede con Rossato, que debutó en nuestro país en Anoeta en 2004 con la Real frente al Racing de Santander que dirigirá Juan Ramón Muñiz (0-1), pero que también suma 99 choques en Portugal (Botafogo, Portuguesa, Nacional de Madeira, Oporto, Sporting de Braga y Uniao Leiria).

El hecho de que la plantilla del Málaga supere con creces el millar de partidos en la elite debe servir para refrendar el papel que espera la afición blanquiazul. Con Joaquín Peiró, ocho malaguistas debutaron en la máxima categoría en 1999. ¿Cuántos lo harán nueve años después?