El tenista español Rafael Nadal sigue imparable en su carrera hacia el número uno mundial, que ostenta el suizo Roger Federer desde febrero de 2004, tras imponerse por 6-3 y 6-2 al alemán Nicolas Kiefer en la final del Master Series de Toronto.

Un cetro mundial que el español de 22 años podría lograr la próxima semana en el Master Series de Cincinnati, en el caso de que llegue a la final del torneo estadounidense y Federer, tal y como ha ocurrido en Toronto, sea eliminado a las primera de cambio.

Una ecuación difícil, aunque factible en lo que concierne al español, que ayer se alzó con su séptimo título de la temporada, el tercero en Master Series tras sus triunfos en Montecarlo y Hamburgo, en apenas una hora y veintisiete minutos, pese a que el manacorí no dio en ningún momento la sensación de exprimirse al máximo.

Unos cuantos golpes ganadores, la ya habitual seguridad con el servicio y, sobre todo, su capacidad para aprovechar la más mínima ocasión -dos de dos- para romper el saque de su rival, bastaron a Nadal para adjudicarse la primera manga por 6-3 en tan sólo treinta y nueve minutos de juego.

Un suspiro en comparación con lo que pareció durar el quinto juego del segundo y definitivo set, en el que Kiefer, que buscaba sobre el cemento de Toronto su primer título desde que se impuso en el año 2000 en Hong Kong, dispuso de hasta de tres bolas de rotura sobre el saque del español.

Dificultades que lograron despertar definitivamente a Rafael Nadal, que se agarró a la pista como sólo él sabe, hasta hacer subir a su marcador un juego (3-2) que acabó definitivamente con sus opciones de victoria del tenista alemán.

Este largo juego acabó por desquiciar al germano, número treinta y siete del mundo, que volvió a perder su servicio en el octavo juego (6-2) ante un Nadal que no desperdició la primera bola de partido para sumar su quinto título consecutivo de la temporada.

Veintinueve victorias consecutivas sobre la tierra de Hamburgo y Roland Garros, la hierba de Queens y Wimbledom o el cemento de Toronto, que confirman a Nadal como el mejor tenista del año 2008 y una de las principales bazas del equipo español en los próximos Juegos Olímpicos de Pekín.