El sueco Robin Soderling se golpeó el pecho con fuerza, gritó a los cuatro vientos y levantó el puño al lograr algo que parecía imposible, vencer al español Rafael Nadal, campeón de Roland Garros en los últimos cuatro años y número uno del mundo, por 6-2, 6-7 (2), 6-4 y 7-6 (2). El triunfo en octavos de final le garantiza un puesto entre los ocho mejores de este torneo.

París ha sido el feudo de Nadal desde que ganó el primero de sus cuatro títulos en 2005 al argentino Mariano Puerta. Luego el suizo Roger Federer había sido sacrificado por el español en los tres años siguientes. Pero el balear no podrá lograr el quinto consecutivo y romper el récord del sueco Bjorn Borg, después de perder ayer, precisamente, ante un compatriota de éste.

Desde que perdió en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos de 2007, Nadal nunca había cedido tan atrás en un Grand Slam. Su regularidad había sido tal que desde entonces no había bajado de las semifinales, además, con títulos en Roland Garros, Wimbledon (2008) y el Abierto de Australia (2009).

Nadal sólo había perdido un set en los dos últimos años. Llevaba 32 parciales ganados consecutivamente, desde que cedió el segundo contra Federer en la final de 2007, y 31 partidos ganados en París. Pero ayer Soderling le sacrificó en tres horas y 30 minutos gracias a una potentísima derecha, y a un saque bestial, que promedió a 201 kilómetros por hora, y con el que logró nueve puntos directos, uno de ellos a 222 kilómetros por hora.

Después de la gran exhibición ante el australiano Lleyton Hewitt, contra el que perdió solo cinco juegos, Nadal actuó demasiado corto ante un rival al que había apabullado en la última de las tres confrontaciones anteriores, en Roma hace ahora un mes, donde el español le barrió por 6-1 y 6-0.

El discípulo de Magnus Norman, finalista en 2000, se sacó la espina para lograr el resultado que ha detonado este Roland Garros, el que nadie se podía imaginar, y que se ha producido dos días antes de que el español reciba el premio de Campeón del Mundo por parte de la Federación Internacional de Tenis por su histórica temporada de 2008.

Soderling ha llegado a Roland Garros en el mejor momento de su carrera sobre tierra batida. Se había anotado seis triunfos consecutivos sobre arcilla en las dos últimas semanas. Ahora, encima, ha destronado en París a Nadal.