Habla poco, muy poco públicamente, y casi siempre para echar balones fuera. Berdi Pérez, el ´jefe´ en la sombra en Los Guindos desde hace ya tres años, es un frontón. Le encanta responder con evasivas o con cuestiones que poco o nada tienen que ver con la pregunta. Pero la delicada situación del Unicaja obliga. Berdi habla, por fin, con claridad.

El consejo de administración del Unicaja decidió hace tres años crear la figura del director general. ¿Cuál es exactamente el trabajo de Berdi Pérez?

–Coordinar todo lo que es una política de club, tanto lo deportivo como lo no deportivo. Lo que vengo haciendo es coordinando la política deportiva, económica, de márketing y la política con todos los profesionales del club, cada uno en su área.

¿Qué presupuesto tiene el Unicaja 2009/10?

–Es un presupuesto muy parecido al del año anterior, intentando, con la aportación de la entidad financiera, adecuarlo al porcentaje que tiene previsto en función del IPC de cada año.

Estamos hablando de unos 17 millones de euros, de los que el 70 por ciento los aporta la entidad financiera y el 30 restante se generan por otros recursos (abonos, subvenciones, patrocinios...).

–No voy a entrar en números, son cuestiones internas, pero la entidad financiera ha realizado una aportación muy parecida a la del año pasado, una aportación que, en cualquier caso, es importantísima.

¿Por qué da entonces la sensación de que se ha producido una drástica bajada presupuestaria?

–No sé por qué lo parece, pero no es así, vamos.

El club se ha gastado este año dos millones de euros en pagar cláusulas de rescisión, finiquitos de jugadores y rescisiones de contrato. Blanco (800.000 euros), Rubio (400.000), Faverani (300.00), Freeland (200.000), Germán Gabriel (175.000), Dean (50.000), Jeter (50.000), Kus (50.000) y Popovic (50.000). ¿Cómo se puede explicar un dispendio económico así?

–De temas económicos pues estáis hablando de lo que creéis u os han dicho, y eso se presta a que sean cosas incorrectas. Lo que sí es cierto es que hoy día hay menos jugadores de cierto nivel, porque ahora mismo hay una captación del mercado americano de jugadores europeos y hay menos jugadores en el mercado. Se han tenido que pagar cláusulas de rescisión y salidas, y ha habido intercambio de jugadores.

Este verano se han producido muchos vaivenes en la planificación. A Herrmann os lo ofrecen hace tiempo y lo rechazáis, pero luego en julio sí os interesa. A Guille Rubio no lo queréis cuando puede salir por poco dinero de Manresa y luego, que no tiene cláusula, sí. Permitís que Welsch vaya al mercado y pueda fichar por cualquiera, y luego se le repesca. Sí vais al derecho de tanteo con Germán y no se queda...

–Es la sensación que puede darse cuando no se tiene un conocimiento profundo de las circunstancias. Pero no, en absoluto ha sido así. Hay circunstancias que el mercado no te las presenta en unas fechas y en otras sí.

El agente de Herrmann dice que se lo ofreció al Unicaja antes del verano y que dijisteis que no.

–Bueno, yo te digo que las cosas no son a veces como parece que son.

O sea, que el agente de Herrmann miente.

–No digo que mienta, digo que el mercado en un momento determinado ofrece unas cosas y en otros momentos, otras.

Welsch podría haber fichado por cualquier otro equipo, con la baja en la mano, y ahora es uno de los jugadores más utilizados por Aíto.

–Pues es una muy buena operación por parte del club.

Y un riesgo.

–Lo ideal siempre cuando juegas a las cartas es tener todas las de la baraja, pero en el deporte es imposible tenerlas todas y a veces se juega con riesgos.

O sea, que lo de Welsch salió bien y lo de Cabezas salió mal.

–No, en absoluto. Con Jiri –Welsch– no asumimos ningún riesgo. Estaba en el mercado y supimos valorar el mercado.

¿Y con Cabezas no se supo valorar que había alguien en el mercado que se lo llevaría?

–Con Cabezas, como bien sabéis, el club quiso ficharlo, pero el jugador eligió otra oferta, muy cuantiosa.

Es una manera de explicarlo muy subjetiva porque él dice todo lo contrario. Lo malo es que, al final, estamos aquí sin él.

–Si un jugador toma una decisión hay que respetarla.

Lo que es una pena es que no os pusierais de acuerdo por cuatro duros.

–Es una decisión del jugador, no nuestra. Nos hubiera gustado que se hubiera quedado.

Pues es curioso, porque él también dijo que quería quedarse, y lo afirmó públicamente además.

–Yo, de cosas que pudieron ser, ya... La voluntad del club fue clarísima.

¿Se ha arrepentido muchas veces de no haberlo renovado?

–El club hizo todo lo que tenía que hacer por renovarlo pero un acuerdo es de dos, no de uno. Yo es que de cosas que pudieron haber sido no me parece correcto hablar.

–¿Hay jugadores en la actual plantilla que ganan más del millón de euros que Cabezas quería cobrar?

–Cada jugador es una situación personal diferente que hay que respetar. Yo es que estoy acostumbrado a no hablar de temas económicos, yo estoy hablando de realidades deportivas y nada más.

¿Teme que se le recuerde como el responsable de que Cabezas se haya marchado de casa?

–Yo creo que una realidad deportiva es mucho más amplia que un solo jugador. Por parte del club se intentó y se quiso, y no pudo ser. Es más, hay una noticia en El País, en la que el seleccionador –Sergio Scariolo, técnico del Khimki– decía que quería fichar a dos jugadores que no querían seguir en sus clubes –Cabezas y Raúl López–.

Claro, si el Unicaja ´desprecia´ a Cabezas con su oferta.

–No, no, no se le despreció. Quisimos que se quedase y el entrenador también dijo que quería contar con él.

¿No cree que si se le paga un millón en junio él se hubiera quedado, mucho antes de que llegara el Khimki con la oferta del siglo?

–Nuestro esfuerzo está ahí.

¿No piensa que es bueno y es recomendable reconocer los errores y admitir que traer a Jeter por Cabezas es una equivocación?

–Yo creo que estáis equivocados. Jeter está por una lesión de un jugador intervenido como Gomis.

Cambio de tercio. Explíquele a la afición qué clase de proyecto se ha hecho para este curso.

–Es un proyecto de gente joven, con capacidad de crecimiento deportivo, que te permite crear una columna vertebral para el futuro. Gente que venía haciendo un gran trabajo en los equipos en los que estaban.

¿Quién ha hecho este equipo?

–Está consensuado por el entrenador, el director deportivo y yo, como todos los años.

¿Qué mensaje hay que enviarle a los abonados ahora que la palabra crisis está instalada en el seno de la entidad?

–Yo le diría que hemos tenido un inicio duro y difícil, en el que hemos hecho partidos con opciones de ganarlos, pero que no hemos podido por motivos determinados. Nos ha condicionado mucho tener a tres jugadores operados antes de comenzar la temporada. Jamás hemos tenido una columna vertebral con la que poder trabajar, con gente importante lesionada.

El Caja Laboral también ha tenido lesionados a Huertas o Eliyahu, y Herrmann y Oleson han sido operados. También han tenido internacionales, salidas importantes y muchas incorporaciones. Y ahí está, con 4-1 en la ACB.

–Ellos tienen una columna vertebral, que ya estaba desde el principio, y no ha estado lesionada. Tiene jugadores muy importantes como Splitter. Pero cada realidad es diferente. Hablamos de comparaciones. Yo no justifico, porque cuando comienza la Liga hay que ganar.

A usted no le pagan ni por contar chistes ni para caerle simpático a nadie, ¿pero se ha dado cuenta de que no termina de caerle bien a buena parte de la afición y que además tiene mala prensa?

–Es una cosa que no la entiendo. Todo aquella persona que me conoce sabe que soy normal y muy correcto. Es algo ajeno a mí mismo. He estado 18 años en un sitio y, puedes preguntar por allí... Eso no corresponde a mi realidad. Yo no estoy para vender nada. Soy el mismo el de este año, con 0-5, que el del pasado año, cuando fuimos terceros y jugamos la final de la Copa. No busco simpatías personales.

¿La mejor medicina para este equipo es el tiempo?

–Sí, más la mejora individual y colectiva. Somos el mismo equipo que jugó contra el Olympiacos y que fue a Sevilla o San Sebastián. Necesitamos ser más sólidos, consistentes y contundentes.

¿Se ha pensado en cambiar alguna pieza de la actual plantilla?

–Estamos trabajando por mejorar día a día y que aquellos jugadores que están a un nivel inferior pues estén mejor. Desgraciadamente volvemos a tener el equipo incompleto, pero eso no puede ser una justificación y lo que tenemos que hacer todos es dar un paso adelante.

¿Esperaba más de Saúl Blanco?

–Necesita un tiempo de adaptación. Las circunstancias nos hacen pedirle más, porque ha habido gente lesionada en su posición. Trabaja para ir a más. Ojalá pudiese ser el Saúl de Manresa, pero es imposible. En cualquier momento va a dar más de lo que está dando. El nuestro es un problema de colectivo.

Guille Rubio debe dar un paso adelante por la baja de Printezis.

–Como Saúl, él ha estado en la preselección de este verano de la selección española campeona de Europa. La opción de estar con minutos para él, puesto que hay más jugadores interiores, es más difícil.

¿Por qué el club se empeñó en negar hace dos veranos el acuerdo con Aíto García Reneses antes de los Juegos Olímpicos?

–Los únicos acuerdos que conozco son los escritos y éste se firmó una vez que estuvo desvinculado de la Federación Española.

¿Por qué no ha sacado de la chistera uno de los muchísimos y grandes fichajes que hizo en Gran Canaria? Sólo dos ejemplos: Terrell Castle y Melvin Sanders.

–Consensuamos todas las decisiones a nivel deportivo y en estos tres años todos hemos estado de acuerdo en lo que hemos traído. Todo depende del mercado.

¿Qué ocurre, que en Gran Canaria fichaba usted solo?

–El entrenador y yo.

¿Y aquí se complica?

–Éste es un club más grande y con más exigencias. Aquí compites en Euroliga y la demanda es mayor. Los equipos de mitad de la tabla para abajo deben fichar a jugadores más desconocidos, con el riesgo de que se adapten o no se adapten.

¿Cómo va lo de Rafael Freire?

–Tenemos buenas sensaciones.

¿Habéis anulado ya las reservas para la Copa de Bilbao?

–No, ¿por qué?

Hay que ganar 9 partidos de 12 y el equipo no ha dado la sensación de ser capaz de hacerlo.

–Nosotros debemos coger cuanto antes nuestras buenas sensaciones, como las del ante Olympiacos, y mantenerlas. Debemos plantearnos ir partido a partido.

Acaba contrato a finales de esta temporada. ¿Le gustaría seguir?

–La gente me ha tratado perfectamente. Mi familia es feliz aquí. Málaga es una plaza, para cualquier profesional, muy válida para poder trabajar.