"Esta reforma de la ´Ley Beckham´ no nos afecta en absoluto. Es un problema de los clubes grandes, no del Málaga CF. Aquí nadie cobra más de 600.000 euros, así que no es un problema que nos afecte por ahora". Así salió al paso ayer Fernando Sanz en Onda Cero sobre la propuesta parlamentaria del cambio de régimen impositivo de los extranjeros residentes en España y que ganen más de 600.000 euros anuales.

"Ésta no es nuestra guerra", aseguran desde el club sobre la última polémica que ha salpicado al fútbol y que puede crear una nueva crisis interna en el panorama nacional. Y es que la reforma del régimen de impatriados –conocida popularmente por la ´Ley Beckham´– no afecta a todos por igual.

Los clubes humildes, como el Málaga, no temen que a partir del 1 de enero de 2010 los jugadores extranjeros que firmen un nuevo contrato –nunca los que ya están firmados, por lo que están exentos los Cristiano Ronaldo, Kaká o Ibrahimovic– tengan que pagar a Hacienda el 43 por ciento de sus ganancias en lugar del 24% que actualmente tributan. No creen que sea su problema porque el conjunto de Martiricos no tiene previsto fichar a ningún jugador que posea una ficha anual superior a los 600.000 euros ni tampoco cuenta ahora mismo en sus filas con ningún futbolista que tenga dichas ganancias anuales.

Jugadores como Duda, que puede ser uno de los extranjeros que más cobra de la actual plantilla malaguista, tampoco sufriría esta Ley, ya que lleva más de cinco años en España y es ´español´ en lo que a aspectos fiscales se refiere.

Ésta es la batalla de otros, de los clubes grandes de España que hacen contratos millonarios, por lo que Fernando Sanz lamenta que el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) amenace con llevar al fútbol nacional a la huelga si no se frena esta reforma. "Es una lástima que no nos pongamos de acuerdo para otras cosas, como repartirnos el pastel televisivo por igual y sí para esta Ley que no nos afecta a todos", dijo el presidente del Málaga sobre las palabras de José Luis Astiazarán.

El director general del Málaga, José María Fernández Mochón, va más allá sobre la nueva reforma legislativa. "Tengo que respetar la opinión del presidente de la LFP, pero me parece demasiado precipitado hablar de una huelga cuando no todos tenemos la misma opinión. En la LFP estamos 42 clubes y no todos pensamos igual que el presidente de la LFP. El presidente habla por todos, pero la postura de la Liga no es la del presidente", advirtió el mandatario malaguista, que señaló que de todas formas es precipitado hacer un análisis ahora sobre la nueva reforma, ya que aún no está aprobada del todo y que tendrá que leerla, sopesarla e interpretarla detenidamente.

Asamblea

Lo que sí puede afectar al Málaga es si el fútbol entra en huelga, tal y como amenaza su presidente. Esa cuestión se debatirá mañana viernes en una asamblea de urgencia en la sede de la Liga de Fútbol Profesional en Madrid a las 11.30 horas. El ambiente promete estar caldeado, ya que equipos como Real Madrid y Barcelona ya han mostrado su interés en derogar esta Ley. También parece evidente que detrás de esta reforma existe un componente político importante. El Málaga tampoco quiere ser un títere en manos de otros.

El problema de muchos clubes es que negocian los contratos con sus estrellas extranjeras prometiendo un fijo de dinero neto, por lo que el club de turno tiene que hacer frente a los pagos con Hacienda. Es evidente que los grandes equipos salen perdiendo, pero todo esto sólo refuerza la imagen del Málaga, que es uno de los pocos equipos que cumple religiosamente todos los pagos a sus jugadores y a las administraciones públicas.