El Regal Barcelona consiguió un triunfo autoritario (54-73) en su visita a Murcia en un partido que más bien pareció un entrenamiento para la fase final de la Euroliga que el conjunto azulgrana disputará la próxima semana en París con el objetivo de coronarse como campeón continental.

El choque presentaba a dos equipos que no se jugaban nada más que su imagen, pues el CB Murcia está matemáticamente descendido a la LEB y el Barça había asegurado su primer puesto en la primera fase, ventaja con la que afrontará las eliminatorias por el título.

Por ello y teniendo en cuenta su inminente compromiso europeo, el conjunto dirigido por Xavi Pascual planteó un encuentro cómodo, sin demasiado contacto físico, y su rival lo aceptó, como demuestra el hecho de que sólo cometió once faltas personales en los 40 minutos.

Un buen arranque, con Navarro como protagonista, encarriló el triunfo barcelonista con un 2-9 de salida. La ventaja visitante se mantuvo tras una fase de intercambio de canastas y de errores, y Pascual aprovechó para rotar su banquillo más que de costumbre. De hecho, en menos de 14 minutos ya había utilizado a sus 12 jugadores.

A falta de intensidad en los dos equipos, la calidad hizo ampliar las diferencias a favor del Barcelona, que llegó al descanso con una diferencia de diez puntos y con la sensación de que el partido lo tenía ganado.

Por si había alguna duda, Mickeal, con tres canastas de gran categoría seguidas para comenzar la segunda parte, la disipó (25-41).

El CB Murcia, con Vujanic y Faverani como jugadores más resolutivos, trató de contener las acometidas del Barça, pero sin defensa es imposible hacerle frente a un equipo del potencial que tiene el vigente campeón de Liga, de Copa y de Supercopa. Por ello el último cuarto fue de mero trámite, como casi todo el partido.

El 54-73 con el que concluyó el encuentro y que se llegase a él con placidez y sin incidencias en forma de cualquier lesión es la mejor noticia para un Barcelona que buscará en París su segunda Euroliga.