Uno de los momentos más esperados por los aficionados a la Fórmula 1 que acuden a un Gran Premio es cuando en las jornadas previas a la carrera, la organización permite el paso al ´pit lane´, ese espacio entre los boxes y la pista en el que los fanáticos del motor pueden pisar asfalto y de paso echar un ojo a los coches.

El jueves la jornada de puertas abiertas del pit lane se prolongó desde las cuatro hasta las siete de la tarde y fueron miles las personas que se pasearon por ese estrecho pasillo. Tanto público acudió (19.200 según el recuento oficial) que en un momento dado la organización tuvo que abrir las salidas a la pista para aliviar un poco la presión sobre las zonas situadas frente a los garajes, especialmente en el de Ferrari. Una vez en la pista muchos aficionados fueron desalojados, con sumo cuidado, por los Mossos de Escuadra.

En la visita al pit lane lo normal es que el aficionado pueda ver a su piloto favorito y algunos casos llevarse un autógrafo o un apretón de manos. Los que esperaban que Alonso firmase se llevaron un pequeño chasco ya que no estaba previsto que el asturiano lo hiciese aunque sí que tuvo la deferencia de salir a saludar a los cientos de aficionados que se congregaron ante el box de la escudería italiana. Tampoco su compañero Massa se acercó demasiado al público.