Si el fútbol mundial está girando entorno a un país, que es España, el golf gravita momentáneamente alrededor de Irlanda del Norte, por el liderato (63 golpes, -9, récord del campo) del joven de 21 años Rory McIlroy en el Abierto Británico, en Saint Andrews (Escocia), y el éxito de McDowell hace un mes en el abierto estadounidense.

Graeme McDowell, en junio, hizo justicia para el golf europeo sobre la hierba de Pebble Beach, un terreno emblemático en el acervo del ´gigante´ mundial de este deporte. Por ello, este norirlandés ya es un héroe en su país y un notable en Europa.

Ahora en el British McIlroy ha colocado una sólida primera piedra para que en Irlanda del Norte comiencen a soñar con otro gran éxito. Su arranque en el links de St. Andrews logró poner sordina, incluso, a los magníficos 67 golpes de Tiger Woods y al fracaso inicial de Phil Mickelson (73 golpes), primero y segundo de la lista mundial.

El malagueño Alejandro Cañizares (-5), el mejor de los siete españoles, empezó tan bien el torneo como Tiger. Nacho Garrido acabó con -3, Sergio García con -1 y el otro malagueño, Miguel Ángel Jiménez, al par, empatado con Gonzalo Fernández-Castaño y Álvaro Quirós. Tanto Jiménez como García fueron presa del viento, la lluvia desenfrenada y la tarde del mítico St.Andrews.