No pudo ser. El sueño de la medalla era más que complicado, pero Borja Vivas lo intentó. No pudo superar su mejor marca personal, 20,01 metros, que le hubiese colocado entre los seis mejores de Europa.

El malagueño Borja Vivas, presente en la primera final internacional de su vida, obtuvo el undécimo puesto en la de peso de los campeonatos de Europa con un mejor lanzamiento de 19,12 metros, insuficiente para acceder a las tres últimas rondas.

Vivas lanzó 19.04 metros en el primer turno, bajó a 18,94 en el segundo y se despidió de los campeonatos con esos 19,12 que le permitieron vencer al británico Carl Myerscough (18,19).

En una de las calificaciones más baratas de la historia, Vivas pasó con la peor marca de los doce finalistas (19,51) y su único propósito consistía en acercarse a los 20 metros por segunda vez en su vida.

Pese a su eliminación, la clasificación para final ha sido un éxito que le anima a seguir mejorando. Manolo Martínez, capitán del equipo español avisa: "Nos queda lanzador para rato". "Estoy muy contento con mi actuación. Para mí es un éxito sólo llegar aquí, aunque me hubiese gustado haberlo hecho mejor", comentó el lanzador nada más concluir su concurso en la final a los micrófonos de Radio Televisión Española.

Vivas no pudo superar la barrera de los 20 metros en la fina: "Quería superar mi mejor marca personal, pero no ha podido ser. No obstante, este Europeo me ayuda mucho. Me sirve para coger experiencia y darme moral para entrenarme con ganas este año".

Primer objetivo cumplido

El malagueño Borja Vivas, heredero natural de Manuel Martínez, se clasificó para su primera final internacional con una marca de 19,51 metros en la calificación de peso en el Campeonato de Europa de Atletismo que se celebra en Barcelona.

Nada más descolgar ayer el teléfono el tono de la voz del atleta del Club Málaga ya dejaba ver la felicidad del malagueño. «Estoy súper contento. La verdad es que llegaba con las aspiraciones de hacer algo bueno y meterme entre los 12 mejores, aunque también es verdad que te lo marcas como un objetivo lejano», comentó Borja a este periódico unas horas después de alcanzar lo que se había marcado como su objetivo para esta temporada que para él acaba hoy ya que se toma unas merecidas vacaciones.

El atleta del Club Málaga, vigente campeón de España al aire libre y en pista cubierta, inició ayer de la mejor de las maneras su andadura por la cita continental en la Ciudad Condal.

La de ayer era una prueba clave para Borja. Él mismo lo dijo el jueves en este periódico, que necesitaba hacerlo bien. Aún no había logrado brillar en las grandes competiciones internacionales y sabe que está en uno de sus mejores momentos de forma.

El malagueño no defraudó mientras que el capitán del equipo, Manuel Martínez, ya caracterizado como Goliat para su inminente película, se despidió con 18,08. Fueron 27 los lanzadores de peso los que, a partir de las 11.30 horas, lucharon por un puesto en la gran final de la tarde de hoy. De esos 27, sólo 12 conseguirían el objetivo. Y Borja Vivas logró inscribir su nombre en el grupo de los mejores con la duodécima marca.

Vivas consiguió el título nacional al aire libre con 19,91 hace dos semanas en Avilés frente al lanzador leonés, venido a menos tras su rotura del tendón de Aquiles en noviembre pasado. La marca de calificación, de 20 metros, estaba a su alcance, pero le bastó con 19,51, la más discreta de los doce finalistas.

Por su parte, el capitán Martínez ni siquiera imaginó que pudiera estar en los Europeos, después de su larga ausencia, y su presencia testimonial tenía por objetivo hacer ambiente en el equipo, además de proporcionarle su quinta participación en unos Campeonatos de Europa, en los que su mejor resultado fue el quinto puesto de Múnich 2002.

Sin presión

Borja Vivas estaba emocionado ayer. Había conseguido lanzar para meterse en la final y convertirse en el segundo atleta de la delegación española en lograrlo. Pero el lanzador de peso también reconocía que no había sido un buen lanzamiento.

«No ha sido buen tiro pero he pasado. La verdad es que el día de hoy –por ayer– no lo recordaré por la marca, lo recordaré por haber pasado a la final, que era lo que deseaba con todas mis fuerzas», apuntó. Hoy Borja afronta una de las citas más importantes de su carrera deportiva: La final de un Europeo donde medirá fuerza con los otros 11 atletas clasificados, los mejores de la especialidad, la creme de la creme del continente. Y el malagueño llega si presión, ya que según él mismo dice, la presión la vivió ayer.

«Con lo que he conseguido ya no tengo presión. Mi objetivo era la final y ya todo lo que llegue es un regalo. Es cierto que es lo que digo ahora y cuando me toque lanzar es bastante probable que me ponga de los nervios, pero trataré de controlarme lo mejor posible. De momento es maravilloso ver mi nombre junto al de atletas tan impresionantes», dijo.