Inmaculado. Sin nervios en los primeros instantes ni tensión en las postrimerías. Prácticamente inmejorable fue el debut del Estepona en su estadio, ante su público, con cuatro goles ante el recién ascendido Jumilla. La ilusión que la escuadra costasoleña empieza a transmitir es importante. Buen fútbol y encima eficacia, con el condicionante de que los murcianos jugaron partido entre semana, de la Copa del Rey, y en la recta final se quedaron con diez.

Los pupilos de Burgueña se encontraron con un tempranero tanto de Durán, cuando apenas habían pasado siete minutos. Salieron muy enchufados al terreno de juego y no dudaron en lanzarse en busca de la portería rival. Y poco tardó en llegar el premio. Los visitantes todavía pensaban el aquel choque del pasado miércoles con el Melilla, en el debut copero. Lo que se tradujo en el clásico autobús ante su portería.

Bonito remate de Gaitán

El Jumilla, a ratos indolente, seguía abonado a poder recoger en óptimas condiciones algún contragolpe. Pero lo cierto es que el único dueño del balón era el conjunto local. En el minuto 18, con esa insistencia propia de quienes desean dictar sentencia, el ex malaguista Raúl Gaitán amplió la diferencia con un bonito remate, al que no pudo responder Pepelu.

El propio Gaitán ensayaría más tarde su buen lanzamiento lejano, aunque en esa otra ocasión sí detuvo el meta rival el esférico, al igual que tras un excelente centro de Chupi a Cabello. A éste incluso le fue anulado un tanto, después de que hubiese tocado con la mano el cuero, a juicio del árbitro.

Tras la reanudación, el equipo de Óscar Mena pagó aún más el esfuerzo físico del pasado miércoles, donde hasta disputó prórroga. Apenas inquietó al ex guardameta del Marbella, Ávila –refuerzo esta campaña para el Estepona–. Todo lo contrario que le iba a ocurrir a Pepelu desde el paso por los vestuarios. Ya en el minuto 61 iba a llegar la tercera diana, por medio del algecireño Pedro y desde el punto de penalti. El zaguero visitante Juanjo había despejado previamente el balón con la mano. El propio defensa del Jumilla vería poco después una segunda amarilla y, en superioridad numérica, el sevillano Rubén Cruz dictó sentencia, al convertir entre cánticos el definitivo 4-0.