Al e-gim Balonmano Antequera le sobraron los últimos diez minutos de su debut en competición oficial. Los antequeranos recibieron un inmerecido castigo en los instantes finales del encuentro que anoche disputaron ante el Renovalia Ciudad Real, vigente campeón de la Liga. Los números de los últimos momentos del partido no reflejan el esfuerzo, el sacrificio y buen hacer demostrado durante el resto del envite.

Sobraron minutos, faltó gasolina, y todo sería injusto no reflejarlo, sin un Renovalia Ciudad Real a pleno rendimiento. El equipo verde saltó al Quijote Arena sin complejos. Con un juego intenso, rápido y explotando al máximo las acciones en velocidad, los de Ortega plantaron cara al cuadro manchego.

Principalmente en la primera mitad. Las bajas obligaron al técnico a defender abierto, con Campos como jugador más avanzado. Y en ataque estático: movilidad, cruces y dinamismo en todas las acciones hasta encontrar a Baena, otra vez el jugador franquicia del equipo malagueño. Así lució una primera parte soñada, donde la presión y los nervios ni siquiera aparecieron (15-13).

La segunda mitad arrancó como finalizó la primera. Chispi puso el empate nuevamente en el electrónico (15-15) y vuelta a empezar. Lamariano sacó algún balón importante mientras Luisfe tiraba de talento para marcar con desparpajo. El equipo se atascó tras la exclusión del pontanés, pero nuevamente Chispi, Baena y Vigo, devolvieron la ilusión a los suyos (23-21).

Los antequeranos comenzaron a dar síntomas de cansancio superado el ecuador del segundo acto. Las fuerzas comenzaron a fallar y con ello el acierto ofensivo.

Sterbik se convirtió en una autentica muralla y las diferencias se fueron a los seis goles cuando aún restaban cinco minutos (30-24). Ortega solicitó tiempo muerto para oxigenar a sus jugadores e introducir algún cambio, pero las cosas apenas variaron. El conjunto manchego sacó varios contragolpes en los minutos finales que terminaron por disparar la renta a los diez goles que reflejó el electrónico al final del encuentro.