Quique Sánchez Flores, entrenador del Atlético de Madrid, aseguró, sobre la jugada en la que mantuvo un enfrentamiento con Luis García, futbolista del Espanyol, en el encuentro de esta noche entre ambos conjuntos en el Vicente Calderón, que no le gusta que se "rían" de su equipo.

"Ha sido un lance del juego. Había un jugador fuera y había otro del Espanyol que le decía que se metiera dentro para perder más tiempo y, como ya veníamos todo el partido de estar perdiendo tiempo...", explicó.

"No me gusta que se rían de nosotros, simplemente eso. Estamos en nuestra casa y aquí tienen que tener un respeto. No me gusta lo que ha ocurrido, no me gusta que cuando jugadores están en una situación de ventaja, hagan lo que hacen. No me parece deportivo", continuó.

"Se ríe en la acción que yo entro a intervenir. Si el jugador puede continuar, debe continuar, no puede ser que un jugador le diga que entre en el campo. Y eso, delante de mi banquillo, no lo consiento", continuó Quique, que añadió: "Es importante saber perder y saber ganar también".

Y, sobre una posible sanción hacia él, valoró: "Asumo lo que tenga que venir. Es la segunda vez que por intentar mantener el orden y que no pasen cosas extrañas me voy fuera".

Ya sobre el partido, Quique consideró que había sido un encuentro "muy abierto, muy loco, con ocasiones, que podía haber acabado de cualquier forma y ha acabado de la peor forma" y, preguntado sobre el penalti señalado a José Antonio Reyes y que supuso el 0-1, respondió: "No quiero seguir hablando de los árbitros. En San Sebastián tuvimos dos situaciones favorables y parecía que nos habían regalado el mundo después de todo lo que veníamos".