Borja Vivas ya es una estrella del atletismo español. El lanzador del Club Atletismo Málaga, discípulo de Tomás Fernández, demostró el pasado fin de semana que es el mejor en su disciplina. Vivas atendió ayer a La Opinión de Málaga, feliz por su logro y agradecido a su club, al Ayuntamiento de Málaga y a Cajamar por su apoyo y colaboración.

Menudo fin de semana. Segunda mejor marca española de la historia (20.18), medalla de oro y billete para el Europeo de París garantizado. ¿Sorprendido de su buena actuación en Valencia?

Estaba entrenando bien y fui a Valencia con muchas ganas. Sabía que podía estar cerca de los 20 metros. Empecé el concurso con un nulo y luego cuando lo conseguí fue una gran satisfacción.

Con esa marca se puede soñar con entrar en la final europea y quizás rozar el podio. ¿Con qué idea irá a Francia?

Mi etapa de ir a ver cómo es un Europeo ya ha pasado con mi primera experiencia en Turín, en la que me pudo la presión y no lancé bien. Ahora quiero competir y luchar por todo. Mi objetivo es pasar a la final. Ya lo hice al aire libre en Barcelona el año pasado y ahora espero repetir en París.

¿Ganar otra vez a Manolo Martínez supone que definitivamente hay número uno malagueño de lanzamiento de peso para rato?

No lo sé. Si las lesiones me respetan, creo que sí. Ahora estoy entrenando mucho más porque ya sólo me queda un examen para terminar la carrera de Empresariales. Con más tiempo, ahora me entreno mañana y tarde. El nivel de trabajo se ha reforzado y se ha notado. Lo que me gustaría es que Manolo siguiera en activo porque es un orgullo competir contra él.

Si a Manolo le llaman Supermán, ¿qué apodo hay que ponerle al doble campeón de España?

(Risas) De momento, que yo sepa, no tengo apodo. Habrá que buscarme uno.

El leonés fue campeón del mundo y de Europa hace varios años. ¿Usted aspira también a serlo en el futuro?

Eso son palabras mayores. Ahora mismo no me lo planteo. No me pongo objetivos a largo plazo. Dicen que un lanzador está en plenitud entre los 28 y los 32 años y yo ahora tengo 26. Si la evolución sigue bien, quién sabe. Una medalla internacional no está al alcance de cualquiera.

¿Cómo es un día normal en la vida de Borja Vivas antes de una gran competición?

Me levanto entre las 8.30 y las 9 de la mañana. Desayuno y a las 10.30 horas me voy a Carranque a entrenar durante una hora y media o dos horas. A la una me voy a casa y cocino, una de mis grandes pasiones. Después de comer duermo la siesta hasta las cinco y media. Me preparo y otra vez a entrenar de 18.30 a 20.30, más o menos. Luego, ducha y a estudiar. Me suelo acostar sobre las once u once y media. Esto lo repito de lunes a viernes. El sábado sólo entreno por la mañana y después descanso hasta el lunes siguiente.

¿Cuántos lanzamientos hace al cabo de una semana normal de trabajo?

Ahora algunos menos, pero al inicio de la temporada unos 350 ó 400. La verdad es que es una vida muy rutinaria.

¿Mide sus lanzamientos cuando se entrena?

Es curioso que lanzo mejor compitiendo que entrenando. El día antes de ir a Valencia hice 19.60. Mejoré allí medio metro por la motivación que tenía.

Es curioso que el campeón de España no se entrene en León en el único Centro de Alto Rendimiento de lanzamientos que hay en el país. ¿Le han tentado para que deje Málaga y se vaya allí a trabajar?

Directamente, no, pero a veces te lo dejan caer. La verdad es que son unas instalaciones inmejorables las de León. Estuve allí en navidad y son todo facilidades para trabajar. Pero ya decidí desde pequeño que lo que tuviese que hacer lo haría aquí. Considero que lo mejor es estar con la familia, los amigos y con mi entrenador de toda la vida. Además, entre Carranque y el Estadio de atletismo, no me puedo quejar de las instalaciones que hay. Son bastante buenas.

Una última pregunta. El dopaje ha salpicado el atletismo en los últimos meses. ¿Cómo ha vivido todas esas informaciones?

Cuando me enteré me quedé muy sorprendido porque había nombres muy importantes. He notado en Valencia un ambiente más triste por todo eso que rodea a nuestro deporte. Espero que no se manche el nombre del atletismo por cuatro tramposos. Si se demuestra que son culpables, que paguen. Pero si no, el daño para ellos y para todos será irreparable.