Los 73,5 millones de euros que gastó el Real Madrid por Zinedine Zidane, en la primera etapa de Florentino Pérez, fue, durante años, el fichaje más caro de la historia del fútbol. Se cumple ahora una década de aquella transacción millonaria. Aunque la plusmarca quedó obsoleta con el fichaje de Cristiano Ronaldo por el mismo equipo y también con Florentino Pérez fijado en 94 millones.

La carrera de Zidane está plagada de éxitos, desde que empezó a jugar en Francia y, posteriormente, en Italia y España. Con el Burdeaux alcanzó la final de la Copa de la UEFA en 1996 y allí fue donde los grandes clubs europeos se fijaron en él. La Juventus de Turin lo fichó ese mismo año y ahí consiguió casi todos los éxitos posibles a nivel de club, a excepción de la Champions League. Con la escuadra turinesa alcanzó dos Scudettos (1997 y 1998), junto con las supercopas italiana y europea en su primer año y la Intercontinental.

De Turín viajó a Madrid, ya consagrado como estrella, en 2001. Su paso por el conjunto merengue será recordado por su antológica volea en la final de la Champions de 2002 contra el Bayern Leverkusen en el Hampden Park de Glasgow. En España logró todos los títulos posibles a excepción de la Copa del Rey. A pesar de todo, su momento de gloria llegó en 1998 cuando levantó la Copa del Mundo ante su afición al ganarla con Francia, posteriormente lo haría con la Eurocopa en el 2000. Su último partido como profesional, la final del Mundial de 2006 que perdió contra Italia, será recordado por el cabezazo que le propinó a Matterazzi.

Nombrado ´FIFA World Player´ en tres ocasiones (1998, 2000 y 2003) y Balón de Oro de la Copa del Mundo de 1998. Se le considera una leyenda viva, a la altura de los más grandes, Pelé, Di Stefano o Maradona. De hecho es, según una votación de la UEFA por Internet, el mejor jugador europeo de los últimos 50 años por delante de Beckenbauer o Cruyff. Aún hoy el nombre de Zinedine Zidane provoca respeto en el mundo del fútbol y cuando se calza las botas para algún partido benéfico el público calla, observa y murmura "el que tuvo, retuvo".