El noruego Edvald Boasson Hagen, del Sky, de 24 años, estrenó su palmarés en el Tour de Francia al imponerse al esprint en la sexta etapa, disputada entre Dinan y Lisieux, la más larga de la presente edición con un recorrido de 226,5 kilómetros, en la que otro noruego, Thor Hushovd (Garmin), conservó el liderato en una jornada sin cambios en la general.

Entre noruegos anda el juego. Boasson Hagen, 5 veces campeón nacional contrarreloj subió al podio a celebrar una "inesperada victoria". El ayudante de Wiggins en el Sky se cruzó en la ceremonia de premios con Hushovd, el maillot amarillo, el líder desde hace cinco días.

Boasson, cuarto noruego que gana una etapa en el Tour, se lanzó por la etapa de la víspera, en el Cabo Fréhel, pero se precipitó y su arranque explosivo resultó estéril. Un día después, en su justo momento, lanzó una réplica en la recta de llegada de Lisieux a los grandes favoritos del esprint para apuntarse el primer éxito en el Tour de Francia. Levantó los brazos por delante del australiano Metthew Goss (HTC) y de Hushovd. José Joaquín Rojas (Movistar) siguió en la pelea. Esta vez al murciano le tocó el quinto puesto.

Dentro del mismo tiempo de 5h.13.57 entraron todos los favoritos, poniendo fin a una etapa propicia para hacer valer el concepto de "salvar el día", tan usado por los corredores, que a veces se conforman con salvar el "chásis", sin caídas. Muchos lo dijeron tras aguantar el tobogán permanente de 229 kilómetros bajo la lluvia, en las estrechas carreteras que unieron Bretaña y Normandía.

Salvó el día Hushovd, líder con 1 segundo sobre Evans y 4 sobre Franck Schleck. Y también Contador, que sigue a 1.42 del noruego de Arendal. El madrileño, que tomó la salida con el costado derecho magullado, no competía en tierras bretonas desde 2002, cuando tenía 19 años. El organizador de la Vuelta a Bretaña se encargó de refrescarle los buenos recuerdos con un álbum de fotos. En aquella prueba fue el mejor joven, líder un día y noveno de la general.

Otro susto para Contador

Ya en carrera no faltó el susto de rigor para el triple vencedor del Tour, mentalizado para superar cualquier adversidad en un Tour que le salió torcido desde el comienzo en el Paso de Gois. Esta vez tuvo una avería mecánica que le obligó a pedirle la bicicleta a su compañero Dani Navarro. Y luego se subió a la suya de repuesto. Un "calentón" de unos pocos kilómetros le puso de nuevo en el grupo.

Etapa de transición marcada por una escapada de cinco corredores que se marcharon en el kilómetro 40: el francés Roux (Francaise), los holandeses Westra y Hoogerland (Vacansoleil), el colombiano Duque (Cofidis) y el italiano Malori (Lampre).

La fuga se fue desvaneciendo poco a poco, controlada por el Garmin del líder cuando sus componentes vieron que el retraso era de 10 minutos. El quinteto se descompuso a 60 de meta, cuando se despegaron Malori, campeón de Italia contrarreloj y Westra, la "bestia". El italiano fue el último superviviente a 2,7 kilómetros de la pancarta de meta.

Un repecho a 1.500 metros de la llegada al 6,9 por ciento, removió la cabeza de carrera y obligó a los favoritos a andar con las orejas tiesas para evitar cortes y caídas. El HTC trataba de organizar la llegada, pero el belga del Omega Jelbe Vanendert atacó de lejos, al que trató de seguir Contador. Le alcanzó y adelantó el francés Thomas Voeckler antes de la pancarta de último kilómetro.

Turno para Vinokurov, siempre a escena en este tipo de llegadas incontroladas, al que se le pega Mollema (Rabobank). El esprint ya estaba lanzado, sin Cavendish, que había perdido el tren mucho antes. En su lugar se metió el aussie Matthew Goss, pero todo fue insuficiente ante la aparición de Edvald Boasson Hagen, esta vez imbatible. Mejor cálculo que en la víspera, resultado óptimo.

"Me gusta que me comparen con Hushovd, pero él es el líder y mi objetivo es trabajar para mi jefe de filas, Bradley Wiggins", dijo Boasson Hagen, el ciclista de Rudsbygd, un antiguo esquiador de fondo que a los 15 años decidió cambiar las tablas por la bicicleta.

No se confundió, pues con 17 y 18 años fue campeón de Noruega de carretera, persecución y contrarreloj en su categoría. Un técnico belga que buscaba talentos en el país nórdico, Van Oudenhove, se fijó en él y empezó su progresión.

Un corredor de resistencia, clasicómano, que puso su nombre en la gante Wevelgem en 2009, año triunfal, pues también "mojó" en el Giro de Italia. En su segunda temporada en el Sky conoció la gloria en el Tour. Los noruegos están en racha.