El ciclista noruego Edvald Boasson Hagen, del Sky, se impuso este miércoles en la decimoséptima etapa del Tour de Francia, disputada entre la localidad francesa de Gap y la italiana de Pinerolo, sobre 179 kilómetros, mientras que el francés Thomas Voeckler (Europcar) aguantó el maillot amarillo en otra jornada de ataque de Alberto Contador (Saxo Bank-Sungard).

El de Pinto, aliado nuevamente a Samuel Sánchez (Euskaltel-Euskadi), parece dispuesto a aprovechar cada metro de terreno que queda de aquí a la contrarreloj del sábado de Grenoble para seguir peleando por la victoria. Una vez más, sorprendió a sus rivales que, una vez más también, optaron por ser conservadores, lo que está favoreciendo a Cadel Evans (BMC), al que le quedan dos días de aguante antes de medirse a todos en una crono donde es superior.

Sin embargo, lo que todos tienen claro es que el tricampeón del Tour va recuperando su mejor versión y que eso es todo un 'peligro' de cara para lo que se avecina, con el Galibier y las 21 míticas curvas de Alpe d'Huez como siguientes exámenes en los que el madrileño buscará apurar sus últimas opciones de sumar su cuarta corona en los Campos Elíseos.

Y entre medias de este nuevo arreón de Contador, nueva jornada de gloria para el ciclismo noruego, a través de su otro puntal, el joven Edvald Boasson Hagen, que dio a su país la cuarta victoria en esta 'Grande Boucle', repartidas entre su talento y el de Thor Hushovd (Garmin-Cervélo).

El joven corredor nórdico, de 24 años, ha estado presente en las escapadas de etapas montañosas, como bien hiciera su compatriota, de otra 'generación' (33 años). De hecho, lo intentó este martes, pero cayó en la 'trampa' del Garmin, y fue batido por el campeón del mundo en el 'sprint'.

En esta ocasión, atacó en la subida final al Pramartino, de segunda categoría, donde superó al español Rubén Pérez (Euskaltel-Euskadi) y nadie le pudo coger por detrás sumando en solitario su segunda victoria en la ronda tras la lograda en la sexta jornada, en aquella ocasión en una llegada masiva.

Peligros descenso

Por detrás, y después de que todos los aspirantes superasen la ascensión a Sestriere al tranquilo 'tren' impuesto por el Europcar del líder, la carrera se empezó a mover en el último puerto de la jornada, marcado por una estrecha carretera, y un peligroso descenso que dejó imágenes de auténtico 'infarto', una de ellas protagonizada por el maillot amarillo.

Las cosas no empezaron bien para Contador, que al inicio de la ascensión vio como una caída le hizo poner el pie en tierra, perdiendo momentáneamente el contacto con el grupo, aunque con esfuerzo recuperó el terreno rápidamente. En esos momentos, el BMC de Evans y los hermanos Schleck (Leopard-Trek) ponían un ritmo más veloz, algo que intentó posteriormente el Liquigas, deseoso de brillar en la llegada a suelo italiano.

Sin embargo, el primero en atacar fue nuevamente el jefe de filas del Saxo Bank-Sungard, que encontró rápidamente respuesta, al igual que con el segundo. Lo que fue más imprevisible fue su ofensiva en el descenso, que no 'invitaba' demasiado a riesgos, arrastrando consigo un día más a 'Samu' Sánchez.

Ambos encontraron las fuerzas que no tuvieron 24 horas antes para intentar abrir brecha, en una nueva demostración de la ambición de los dos ciclistas españoles. Por detrás, los hermanos Schleck y Evans tuvieron la ventaja de ser un grupo más numeroso, algo que no logró Voeckler, que se llevó un susto en el descenso y que cedió en la meta 27 segundos, al igual que el italiano Ivan Basso (Liquigas).

Este jueves se disputará la decimoctava etapa de este Tour de Francia 2011, la primera de las dos alpinas que acaban en alto, y considerada por Alberto Contador como "la más dura". Así, los corredores recorrerán 200 kilómetros desde Pinerolo hasta el Galibier-Serre Chevalier, de categoría especial, el tercero de esta condición del día junto al Agnel y el Izoard.?