Fernando Muñoz Perpén madruga cada mañana para salir a correr. 13 kilómetros a diario. Rutina espartana, llueva, haga frío o amenanezca terral. Zapatillas, pantalón corto, camiseta y a la calle. Día a día. El hábito no llama la atención. Muchos practican la saludable actividad de correr por puro placer casi al alba. Pero Fernando no es uno más. Fernando es la excepción, una maravillosa muestra de que la naturaleza es sabia. Y él, con su ejemplo, lo demuestra a diario.

Fernando nació en Ceuta el 30 de agosto de 1932. Cumplió los 79 años hace un par de meses. Y no pasa un solo día sin privar a su organismo de tan placentera carrera. Topógrafo jubilado, malagueño desde 1963, el veteranísimo corredor ha estado presente en las 26 ediciones de la Media Maratón de Málaga y tampoco quiso perderse la la I Maratón Ciudad de Málaga, el pasado 6 de diciembre. En ella, su tiempo hubiera pasado inadvertido. Llegó a meta en el puesto 1.370, tras cubrir los 42 kilómetros en cuatro horas, 40 minutos y 47 segundos. Pero para Fernando y sus 79 años es un éxito con mayúsculas, con pocos precedentes.

De hecho, el atleta será el corredor más veterano de la cita por las calles de la capital costasoleña. Será el «Abuelo» de la maratón. Porque ni su edad le va a privar de volver a competir. «Corrí la primera y volveré a correr la segunda. Me encuentro muy bien de salud. Disputé hace un par de semanas la Media Maratón de Marbella, y me encontré estupendamente. La carrera fue muy agradable, muy bonita de correr, porque pasa por Puerto Banús y se recorre toda Marbella. Tardé dos horas y 16 minutos y me sirvió para probarme ante la Maratón de Málaga», explica.

Junto a los demás deportistas del Club Atletismo Fuengirola participó a comienzos de septiembre en la prueba que organiza el club: desde Mijas pueblo a Fuengirola y vuelta. «Son casi 40 kilómetros y tardé cuatro horas. Se hace duro, porque hay que subir hasta los repetidores de Mijas, pero viene bien como entrenamiento», dice con toda la naturalidad del mundo.

No está acostumbrado a beber e hidratarse durante los entrenamientos, pero ha tomado conciencia de lo importante que es hacerlo en una prueba tan dura. «Mis hijos se han puesto muy pesados, tanto Fernando como Jorge, y si no bebo y tomo chocolatinas y cosas durante la maratón no me dejarán correrla, así que habrá que hacerles caso», explica este «jovenzuelo» que corre sin mirar el DNI, porque Fernando es un tipo muy especial.