Juan Vázquez, el ganador del año pasado, lo pasó mal. Nada más cruzar la meta, se desplomó, pero enseguida se repuso. «Es la primera vez que sufro tanto. Te dan ganas de tirarte al suelo, de llorar, pero no por quedar cuarto, sino por la fatiga. He visto el muro. Los últimos ocho kilómetros los he hecho con los ojos cerrados», reconoció el de Álora, que tenía una pancarta de apoyo en las gradas del Estadio de Atletismo. «Juan, te queremos, perote. Málaga».

Vázquez cree tener el motivo del bajón físico que sufrió en los últimos kilómetros. «Quizás se debió a que no me hidraté bien, como me dijo Martín Fiz. En el kilómetro 25 me tomé un gel, algo que nunca hago. Pero volveré a correr el año que viene. Esto se supera».