El porcentaje de andaluces que practica regularmente deporte ha aumentado del 33% al 37,65%. Estamos aún por debajo de la media europea, fijada en un 40%, pero la distancia se ha reducido bastante. Es el primer dato que nos facilita el consejero de Turismo, Comercio y Deporte, Luciano Alonso, convencido de que su esfuerzo durante la legislatura que ahora termina está reflejado en estas cifras. El secreto, agrega, está en haber trabajado en la creación de nuevas infraestructuras: 176 sólo en Málaga, con una aportación de 47 millones de euros por parte de la Junta. «A mejores instalaciones, más facilidades para la ciudadanía», apunta.

En un periodo de crisis como el actual, con las arcas municipales bajo mínimos, ¿cómo han conseguido convencer a los consistorios de que era hora de crear nuevas infraestructuras o mejorar las existentes?

Éste era uno de los pilares para que Andalucía hiciese más deporte. Hemos actuado en cerca de medio millar de municipios y en Málaga ha sido en el 87% de los existentes. La clave está en que en esta provincia se han agilizado proyectos por importe de 107 millones de euros y que hemos aportado el 44% del volumen total. Son unas condiciones muy beneficiosas. El balance está ahí: 16 pabellones, 11 piscinas cubiertas o 26 campos de fútbol dotados de césped de última generación. No obstante, también hemos desarrollado muchas acciones complementarias para ser motor para esos nuevos practicantes de deporte en esta tierra.

¿A qué iniciativas se refiere?

Hemos aumentado las becas de 600 a 6.000, mediante la firma de convenios con las universidades y ligando los resultados deportivos a los académicos. Pero también hemos llevado el deporte a 1,2 millones de escolares, en combinación con las consejerías de Educación y Salud. Pero también hemos incorporado el plan estrella para subvencionar a clubes como el Atlético Málaga femenino, que están en la elite pero con tremendas dificultades para desarrollar su labor. Y se completa esta serie de iniciativas con el patrocinio de eventos.

En efecto, hemos visto nacer en este tiempo torneos como el Andalucía Tennis Experience de Marbella, con tres ediciones que han traído a las mejores raquetas del tenis femenino mundial.

Ha sido una de nuestras apuestas importantes, como la del Andalucía Open de golf. Este año lamentablemente, debido a la crisis, va a quedar aparcado el torneo de tenis. Pero confío en que en dos años pueda volver. Como con el golf, con esta competición quisimos buscar la puesta en marcha de un evento con gran retorno económico, como ocurre con el golf. Sabemos que el pasado año vino a Andalucía medio millón de turistas que querían practicar este deporte en nuestra tierra. Con el tenis hemos tenido dificultades. La crisis es muy grande y, aunque Cajasol estuvo aquí desde el principio, el Ayuntamiento de Marbella, por ejemplo, nunca aportó nada.

¿Cree que se darán cuenta de lo que ha perdido la ciudad justo cuando en este año llegue al primavera y no se celebre?

Estoy convencido de que la imagen de Marbella ha ganado mucho durante estos tres años con este evento. Pero torneos de este tipo, con los grandes nombres del tenis internacional, necesitan varias instituciones implicadas y también otros patrocinadores. Con el nivel competitivo que ha tenido confío en ese futuro regreso del torneo.

Además de estos eventos, ustedes han mantenido una apuesta clara por la elite del deporte andaluz. E incluso mediaron entre Canal Sur y Unicaja para propiciar la participación del conjunto malagueño en Euroliga.

Hemos tenido muy presente la difusión que esos clubes nos han propiciado a la marca Andalucía. Es el caso de los conjuntos de Primera División en fútbol, o de Unicaja y Banca Cívica en baloncesto. Son un gran escaparate para nuestra tierra y teníamos que seguir ahí.

¿Cómo ve como consejero ese drama económico que viven las categorías inferiores del balompié al verse sin financiación?

Hay dos aspectos clave. Se debe potenciar la cantera, con ejemplos como el baloncesto malagueño y los 30.000 jóvenes que pertenecen a la infraestructura del Unicaja en la actualidad. Pero también hay que ajustar presupuestos. No se pueden mantener contratos profesionales en Segunda B. El fútbol requiere una profunda reflexión. Cuando la cantera es muy potente el aficionado se siente más próximo. Hay que mirar los ojos de la cantera con intensidad y valentía.

Pero hasta por los horarios de la Liga BBVA se agotan las franjas de juego para esas escuadras canteranas que disponían de las mañanas del domingo libres.

Por eso hablo de una reflexión. Uno puede ver en casa incluso a los equipos más potentes de toda Europa y luego cuesta ir a ver al conjunto de nuestra ciudad para disfrutar de los más jóvenes. Al canterano hay que darle su espacio y deben buscarse las fórmulas.

Otro deporte con enormes dificultades es el balonmano, dentro de una disciplina con profunda tradición en la provincia.

Soy consciente del enorme esfuerzo que se está haciendo para que sobreviva en la elite el Antequera. Pero también necesita este deporte a los grandes. Afortunadamente esta temporada ha vuelto el Atlético de Madrid. Entre otros horrores, Jesús Gil se cargó el equipo de balonmano y este año ya hemos visto las audiencias que ha generado el duelo de esta escuadra contra el Barcelona. Esperemos que el balonmano vuelva a recuperar el seguimiento que siempre tuvo.