Borja Vivas atiende la llamada de La Opinión de Málaga casi al mismo tiempo que está soltando las maletas en el hotel de concentración de la delegación española en Estambul (Turquía), donde este fin de semana se disputa el Mundial de Atletismo de pista cubierta. El malagueño es uno de los 20 integrantes del equipo nacional y aunque mira con optimismo a la cita mundialista, su sueño está en los Juegos de Londres.

¿Cómo llega Borja Vivas al Mundial de atletismo en pista cubierta que se celebra este fin de semana en Estambul?

La verdad es que con muchísimas ganas. Tuve la mala suerte de que en el Campeonato de España me puse malo con gripe. Y lo cierto es que me quedé con un mal sabor de boca por no acercarme a mi marca. Así que llego con la aspiración de alcanzar los 20 metros. Y, si es posible, superarlos.

¿Qué supone para usted acudir a este Mundial en un grupo tan reducido de 20 atletas españoles?

La verdad es que es un orgullo. Es mi primer Mundial en pista cubierta. Ya había acudido a otras citas, pero no en pista cubierta. Pero pertenecer a este grupo tan selecto y reducido da también un poco de responsabilidad por querer hacerlo bien, por querer dejar el pabellón bien alto. Y, por otro lado, disfrutar de un campeonato como éste en un año tan importante.

¿Tiene opciones de medalla?

Bueno, están bastante complicadas. Me conformaría con meterme en la final, que son los ocho mejores. Hay unas diez personas que lanzan por encima de 21 metros. Y eso quiere decir que hay calidad. Como es un año especial, es un año olímpico, todos se preparan muy bien, incluido yo. Así que intentaremos estar entre los mejores, aunque puede ser un poco pronto para las medallas.

¿Mira a los Juegos de Londres de este verano?

Sí, la verdad es que sí. Tengo la calma de tener ya la marca hecha, (son 20 metros) pero me gustaría poder repetirla. Pero en cualquier ocasión, cuando lo repita, me dará un poco más de seguridad. Sí que es verdad que este año todo va enfocado al aire libre, que son en los Juegos. Pero hay que ser prudente. Hasta que no salga la lista puede pasar cualquier cosa.

¿Cómo está entrenado estos días?

Muy bien. Con muchas ganas. El Nacional me marcó un poco porque era una buena cita para hacer buena marca. Tuve esa mala suerte. Es verdad que tuve dos semanas más para recuperarme, pero los entrenamientos han ido bastante bien; empujando para pasar de los 20 metros.

La calificación es a las nueve de la mañana. No es muy buena hora...

Sí, es un poco pronto. Son muy pocos días, sólo tres. Todas las pruebas son un poco compactas y hay poco tiempo. A nosotros nos toca por la mañana y la final sería por la tarde. Pero, bueno, tampoco quiero marcarme objetivos y yo vengo al Mundial, sobre todo, a hacer marca. Nosotros estamos acostumbrados a entrenar por las tardes, pero no pasa nada. Nos levantamos un poco antes y así estamos más activos. Si en otras ocasiones estamos a las 10.00, pues en esta ocasión estaremos a las 7.00 horas activos. Hay que hacer un buen entrenamiento, son sólo tres lanzamientos, somos 25 lanzadores, por lo que entre tiro y tiro puede pasar más de media hora y hay que estar muy concentrado para que no pase factura. La final sería por la tarde, sobre las 19.00 horas.

¿Cuál es su planning tras el Mundial?

Tenemos la próxima semana otra cita, que es el Campeonato de Europa de lanzamiento. Es una prueba importante, donde estamos todos los lanzadores y es muy bonita. Me gustaría hacer una buena marca. Luego tenemos una semana de descanso y más tarde empezamos a preparar el aire libre que está en julio el Campeonato de Europa y luego, en agosto, los Juegos de Londres.