El Real Madrid, liderado por Sergio Llull, con 22 puntos y 25 de valoración, recuperó el liderato de la Liga ACB ante un flojo Blancos de Rueda Valladolid, colista, en un partido aplazado de la vigésimo tercera jornada.

El equipo blanco necesitaba veinte puntos para volver a ser el primero de la clasificación y logró 21 casi jugando a medio gas.

El choque se presentaba un poco tedioso por la diferencia de plantillas y por el día de disputa, a contramano de la jornada disputada la semana pasada. Pero Sergio Llull no conoce el tedio ni el aburrimiento. Él y la diferencia de puntos fueron los alicientes que el público encontró en el Palacio de los Deportes.

El mejor de los de Valladolid fue Borchardt con siete puntos y 16 de valoración, pero enseguida lastrado por las faltas.

Lull demostró su extraordinario estado de forma en el inicio del choque con diez puntos consecutivos. Sólo encontró rival en el base titular de Valladolid, Uriz, que le dio la réplica con cinco. Los únicos que parecían capaces de ver la canasta contraria eran los dos bases.

El dominio de Begic en la zona se sumó al acierto de Llull para que, ya en el primer cuarto, el Madrid se fuera de once: 21-10, a los diez minutos.

Las cosas se complicaron más para los vallisoletanos al comienzo del segundo periodo con la tercera de Borchardt, sin anotar en el primer tiempo, y los jugadores blancos no encontraron entonces mucha más resistencia que una zona del Blancos de Rueda que no tardarían en superar con un rotundo 28-12 en el minuto 14 y, posteriormente, un 34-14, la máxima.

La relajación de la defensa madridista, un desdibujado Carroll y el acierto de García, López y Robinson dieron al Blancos de Rueda un parcial de 8-0 que dejó el marcador en 34-22 en el descanso.

Volvieron los equipos a la cancha y, sobre todo, regresó Llull para con otros dos triples devolver la diferencia, incluso superarla, al marcador (44-23) en tres minutos.

Roberto González, técnico del Blancos de Rueda, puso a Udrih sobre Llull y sentó a Uriz, desbordado, y paró un poco al base local que se fue al banquillo a falta de dos minutos para el final del tercer cuarto con 22 puntos.

En cualquier caso el partido estaba liquidado en el último cuarto (61-37) y solo quedaba saber si el Madrid lograría los 20 puntos que le devolverían el primer puesto de la liga.

Los blancos, ya sin Llull, siguieron dominando ambas zonas, aunque el Blancos de Rueda no se rindió nunca, de hecho ganó el último parcial (15-18) y Pablo Laso tuvo que pedir un tiempo muerto a tres minutos para el final.

Sergio Rodríguez, junto a la buena defensa local, se dejó de frivolidades e hizo el resto para ganar por un punto más de lo que el Madrid necesitaba.