La Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha salido en defensa de sus clubes tras el revuelo que ha producido el anuncio de que la deuda con Hacienda se eleva a 673 millones, explicando que la deuda "no es exigible", sino que "está autorizado y acordado su aplazamiento" y que "no existen incumplimientos en esos acuerdos pactados".

Según la LFP, la deuda de sus clubes con la Agencia Tributaria es de 673 millones de euros (489 los de la Liga BBVA y 184 los de la Liga Adelante), pero recalca que "no es exigible o está autorizado y acordado su aplazamiento por la AEAT, con su correspondiente calendario de pagos".

"Por lo tanto --explica en un comunicado--, la práctica totalidad de los clubes de fútbol de la LFP no tienen una deuda exigible con Hacienda: han pactado un aplazamiento de su pago con las correspondientes garantías".

Además, recuerda que "una parte importante de esta deuda está focalizada en un número reducido de Clubes/SADs, otra está inmersa en procesos concursales o recurrida en la vía administrativa, por lo que no es exigible hasta sus plazos de vencimiento, establecidos éstos por pactos expresos o por el juzgado correspondiente".

Por otra parte, la patronal recuerda que el 12 de julio del año pasado todos los clubes, "por su propia iniciativa, aprobaron en Asamblea un mecanismo de control económico para su autorregulación financiera, lo que supone un importante paso a la hora de asegurar el cumplimiento de los compromisos económicos de los clubes, tanto con la Administración Pública, como con jugadores y proveedores".

Igualmente, la LFP trabaja "estrechamente" con el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, "para buscar soluciones definitivas a un problema que se arrastra desde hace años".

"Entre todos queremos establecer de manera inmediata un plan que permita que, en un tiempo razonable, sea posible hacer desaparecer la totalidad de las cantidades aplazadas y establecer mecanismos que impidan la necesidad de realizarlo", concluye la nota.