Era su última oportunidad. Duane da Rocha tenía el domingo su particular final de Champions. Tenía que nadar los 200 espalda por debajo de 2.00.84 en el Campeonato de España de Málaga. Paró el crono en dos minutos justos, o sea que le sobraron 84 centésimas. Objetivo cumplido: será olímpica el próximo verano en Londres. Ayer, preparando ya la Copa de Clubes que arranca hoy mismo en Tarrasa, atendió a La Opinión de Málaga, con la que compartió sus sensaciones.

¿Cómo se siente 24 horas después de saber que participará en los Juegos de Londres?

Todavía no lo he asimilado. Ahora tenemos la Copa de Clubes en Tarrasa, en la que participo con el Real Canoe. Ahora es en lo único que pienso. Después, cuando pase todo, ya empezaré a digerirlo.

¿Qué supone para Duane da Rocha este éxito?

Lo es todo. Es mi sueño de siempre. Se me pasó la oportunidad hace cuatro años y no podía volver a dejarlo ir. Estoy muy orgullosa de mí misma porque ha sido muy difícil volver a levantarme y al final lo he conseguido.

Pero con 24 años, todavía tiene mucho tiempo por delante para haber intentado estar en otros Juegos...

Es cierto que una nadadora con 28 años tiene posibilidades de ir y hacerlo muy bien, pero yo creo que estos eran mis juegos y éste era el momento. Porque si otra vez no lo hubiera conseguido no sé si lo hubiera podido soportar.

Cuando tocó el muro y vio su tiempo, ¿en quién pensó?

En mi familia, sobre todo, y en mi entrenador, José Ignacio González «Taja».

El domingo tenía su última oportunidad para clasificarse para los Juegos. ¿Cómo vivió las horas previas al gran momento?

Por la mañana, en las series de clasificación, no me encontré bien. No tenía buenas sensaciones y me puse bastante nerviosa. Luego por la tarde, la gente me apoyó mucho, mi entrenador me tranquilizó, me fui relajando más y cuando me tocó nadar ya sabía lo que tenía que hacer para conseguirlo.

Lo que está claro es que tanto sacrificio, al final, ha tenido recompensa, ¿no?

Este año ha sido bonito, pero muy sacrificado. He tenido que dejar al margen muchas cosas, he estado mucho tiempo fuera de casa. Por lo menos ha valido la pena.

¿Tiene algún referente en el mundo de la natación?

Yo, sobre todo, me fijo en la gente que a lo mejor no es puntera, pero inspira a los demás. Y para mí María Peláez inspira mucho a todos los nadadores, sobre todo en la última etapa de su carrera.

Ahora está metida de lleno en la Copa de Clubes, pero a partir de ahora, ¿qué? ¿Cómo va a afrontar su preparación para los Juegos?

Todavía no lo sé. Ahora necesito descansar varios días y después me sentaré con mi entrenador y nos plantearemos el programa de trabajo de cara a los Juegos Olímpicos. Quiero llegar allí de la mejor forma. De momento no sé ni siquiera qué día compito.

¿Ha pensado al menos en un objetivo para Londres?

Después de haber llegado aquí, mi gran objetivo es trabajar lo más posible para llegar muy bien de forma física y psicológicamente. Nunca he estado en unos Juegos Olímpicos. No sé lo que me espera, pero me encantaría poder batirme con las mejores y estar a buen nivel.

Con la marca que realizó el domingo,dos minutos justos, ¿se puede soñar con estar en la final?

Habría opciones, pero depende de muchas cosas. Desde luego no es imposible y claro que mi sueño sería nadar una final. Sería como un regalo. Creo además que tengo mucho margen de mejora. No he llegado a mi límite.

¿Por qué un deporte tan sacrificado tiene tan poca repercusión mediática?

De eso no tenemos la culpa ni nosotros ni los periodistas. Lo importante es lo que mueve el dinero. Supongo que si llegan éxitos a la natación española, los medios harán más acaso a este deporte.

Por cierto, ¿es Mireia Belmonte tan buena como parece?

Mireia es una fuera de serie. Nos hace creernos que sí es posible. Que no hay que ir a entrenar a Estados Unidos, que estando aquí se puede lograr cualquier cosa. Ella nos ha abierto los ojos y hace que nos lo creamos.

Por último, termine esta frase: Si me clasifico para la final olímpica soy capaz de ...

No sé. Sólo te digo que de pensarlo se me ponen los pelos de punta.